Caracas.- El trabajo de parto está echado a la suerte, sobre todo cuando se trata de atender a un recién nacido en condiciones críticas. Los gemelos de Josbely Ojeda, 27 años, debían nacer entre el 8 y el 28 de abril, pero por una razón que desconoce rompió fuentes el pasado sábado 20 de enero, con solo 27 semanas de embarazo.
A las 3:25 p.m. de ese día nacieron los bebés en el hospital Domingo Luciani de El Llanito, los dos lloraron y respiraron por sus propios medios. Los llevaron a un retén donde recibían oxígeno y alimentación intravenosa pero ambos necesitaban una terapia intensiva especializada.
Lian José murió a las 30 horas de haber nacido y Alan José luchaba por su vida en el Luciani, hasta este lunes, cuando falleció a la espera de un cupo en una unidad de cuidados intensivos. Antes del fallecimiento del primer gemelo, su abuelo, Juan José Ojeda, encabezó un periplo angustioso en búsqueda de una terapia neonatal.
“Fui al Materno Infantil de Caricuao, al Pérez Carreño, a la Concepción Palacios, al Hospital Universitario y al J.M. de los Ríos, pero en ningún centro había cupo. En la Concepción me dijeron que mi caso era grave pero que tenían personas esperando en la Emergencia y entendí que los pocos cupos que hay en cada hospital los reservan para los pacientes hospitalizados”.
El mismo colapso registraba la unidad de Neonatología del Hospital de Clínicas Caracas, a donde también acudió. Y en el Centro Médico este servicio no está operativo.
Como se acercaban los días de dar a luz, Marian y Edwin Ordúz, padres primerizos, buscaban cupo en una maternidad la semana pasada. La joven se controló el embarazo en el Materno Infantil de El Valle, donde le advirtieron que allí no podían atenderla por falta de anestesiólogos, insumos y fallas en los quirófanos.
En la Santa Ana no consiguió cupo y tampoco en la Maternidad Herrera Vega, de El Algodonal, a la que acudieron con expectativas pues este servicio acaba de ser reinaugurado. El pasado 12 de enero, el ministro de Salud, Luis López, aseguró que esta sala de parto “atenderá a más de 15 mil mujeres embarazadas al año y descongestionará otros centros asistenciales de la capital”.
Sin embargo, la respuesta que recibió la pareja es que por ahora solo reciben partos en expulsivo por la ausencia de anestesiólogos y neonatólogos. Tras el peregrinaje, el bebé nació en la Concepción Palacios.
Jesús García, director médico del Materno Infantil de Caricuao, participaba ayer en una reunión donde se intentaban buscar soluciones a las restricciones que enfrenta el centro de salud. “Estamos atendiendo a las parturientas que llegan en expulsivo y a los pacientes que traen lo que se les pide. Las intervenciones quirúrgicas prácticamente están paralizadas porque no hay reactivos para evaluar la sangre y nadie se va a meter a pabellón sin la garantía de que haya sangre”.
Agregó que la falta de oxitocina (pitocín) impide atender cesáreas pues esta hormona es indispensable para provocar la contracción del útero en caso de que se presente un sangrado. “Si no la tenemos, como ocurre ahora, se corre el riesgo de que la persona muera desangrada”.
Desde octubre de 2017 se encuentra en remodelación la Maternidad de Los Magallanes de Catia. “En el área habilitada atendemos al que llegue, con limitaciones, pues un día hay insumos y otro día no. La unidad de terapia intensiva neonatal no está operativa y faltan residentes. Del llamado a concurso que se hizo, de ocho cupos solo entraron cuatro”, explicó Judith Toro.
El déficit se repite en el Materno Infantil de Petare donde hay días en que faltan anestesiólogos y otros en los que no hay neonatólogos.
Fuente
Delia Meneses