Venezuela se hunde, cada vez más. El PIB para el 2013 era de 300 mil millones de dólares, y hoy es de 50 mil millones. Y vamos en caída. El modelo rentista perdió su fuelle, y toca soñar y encontrar otro modelo para levantarnos.
Sobre el tema, FEDECAMARAS, en boca de su presidente, Carlos Fernández, viene convocando a que pensemos sobre el futuro, pues las ciencias naturales y sociales han permitido avances tecnológicos y administrativos que vienen anunciando una modernización en el mundo.
En nuestra opinión, ello nos obliga a buscar una formación económico-social, que sirva de marco para que encaje y se desarrolle, en Venezuela, todo ese progreso que aparece en nuestro planeta.
Recordemos brevemente el recorrido de las sociedades. Los historiadores sostienen que los seres humanos se hicieron presente en la tierra hace un millón de años.
Y en la primera etapa, por la debilidad del hombre frente a la naturaleza, no existió la propiedad privada. Los hombres y mujeres eran nómadas; y vivieron de la recolección durante esta era, la más larga de la historia de la humanidad.
Sin embargo, al instalarse la sociedad patriarcal y transformarse en sedentarios apareció la propiedad privada, la cual multiplicó la producción de riquezas.
Este tipo de propiedad ha estado presente durante los 7000 años, que han acompañado a las últimas sociedades existentes en el mundo, vale decir , el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo; y los cambios que se han dado en las relaciones de producción, de una sociedad a otra ,han sido para mejorar la distribución de la riqueza.
Esta es la etapa que Federico Engels, al reconocer su desarrollo, llama (el de la propiedad privada) período de la civilización.
Hoy todos los ensayos que se han realizado en el mundo, por eliminar la propiedad privada, han fallado.
Esos experimentos marxistas, que se han efectuados en un tercio de los países, han tenido que retornar a la propiedad privada para estimular la productividad.
De tal manera, que la nueva formación economico-social, cuyo nombre aparecerá en su desarrollo, debe ser una que en el plano económico permita la propiedad privada, sin monopolio, sin latifundios y democratizada, y opere con eficiencia y rentabilidad.
Una donde haya mayor distribución de la riqueza, y el crecimiento sea sustentable a fin de conservar el planeta para las futuras generaciones.
Una sociedad donde en el plano político impere la libertad, la justicia y las categorías que acompañan a la democracia. Sociedad que debemos alcanzar luchando a través de reformas, en paz, dialogando y votando.
Y en ella, con seguridad, entrarán todos los avances tecnológicos que la ciencia genere para bien de la humanidad.