La Constitución Nacional, en su artículo 91, al referirse al salario establece que “Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales”.
Ahora bien, la Constitución y la Ley Orgánica del Trabajo podrán contener las mejores intenciones sobre el tenor de vida de los trabajadores, pero en la Venezuela del presente el salario como tal no existe. La revolución de Maduro lo fulminó. Lo volvió sal y agua.
Los trabajadores del país, sobre todos los de la administración pública, se desempeñan en condiciones de esclavos.
Los salarios que devengan no alcanzan ni siquiera para cubrir las necesidades materiales de los trabajadores.
El deterioro del salario está a la vista. En muchos mensajes digitales recibimos la siguiente información: Caldera ll dejó el salario mínimo en 184$, Chávez lo abandonó en 46$ y, hoy, con Maduro, después del reciente aumento está en 3$.
Y como ese incremento fue financiado con dinero inorgánico, en pocos días caerá debido a los aumentos de la tasa de cambio bolívar- dólar, es decir, por la permanente devaluación a que está sometido el bolívar.
Es más, lejos estamos de cumplir con la disposición que establece la Constitución, de que el salario mínimo debe ser ajustado tomando como referencia el costo de la Canasta Básica, pues nuestros trabajadores, actualmente, se están enfrentando a una canasta que monta los 300$ , con un salario mínimo de 3$ mensuales.
Esta caída del salario, entre otros factores, es una de las causas de la inmensa pobreza que confrontamos.
La encuesta ENCOVI, al ubicar la pobreza por ingreso de Venezuela en el 96%, y el Banco Mundial, al señalar que quienes devengan menos de 2 $ diarios son pobres, así lo confirman.
De tal manera, que una lucha importante que debemos adelantar, hoy, es la recuperación del salario.
Por ello, exhortamos a los trabajadores del Guárico y de Venezuela a respaldar la iniciativa, que desde Carabobo adelantan Melvis Humbría y Simón González, para presentar ante la Asamblea Nacional una Ley de rescate del salario, que permita, entre otros aspectos, el retorno de la Comisión Tripartita, y el ajuste periódicamente del salario mínimo a los cambios que se produzcan en la paridad cambiaria, a los fines de ir recuperando el ingreso real de los trabajadores en nuestro país.