Después de escuchar a unos cuantos dirigentes políticos, en la marcha de este lunes 16, sobre el carácter de la lucha gremial de los educadores, estoy obligado a escribir acerca de un aspecto básico que debe ser del dominio de quienes se consideran políticos.
No es posible que algunos dirigentes, y debe ser una debilidad de la mayoría del liderazgo, no sepan apreciar que existen distintos niveles de conciencia en nuestro pueblo.
Es evidente, que para quienes estamos a la vanguardia de este proceso de cambio la solución de la presente crisis económica, social y política pasa por la salida de Maduro, pero no es igual para la inmensa mayoría de los venezolanos que hoy se movilizan acompañando a los educadores en todas las ciudades de nuestro país.
Las protestas de los educadores tienen un carácter reivindicativo, y hacia el logro de ese objetivo deben estar centradas las luchas.
El hambre, la escasez de dinero y las pésimas condiciones del ambiente educativo constituyen las causas del descontento de los maestros, y la victoria está en arrancarle al gobierno mejoras para los sujetos del sistema educativo .
No entendemos el porqué a algunos dirigentes políticos les preocupa que el gobierno reparta bonos entre los educadores y que con un posible aumento de sueldos estos regresen a sus aulas, cuando ese es el móvil fundamental de las protestas, y cuando además sabemos que más pronto que tarde la crisis los obligará nuevamente a continuar la lucha social en la calle.
Apreciamos que esto ocurre por no comprender que las luchas reivindicativas y sus manifestaciones son un poderoso libro vivo que ayuda a elevar el nivel de conciencia política de los seres humanos.
Los educadores regresarán a sus aulas, pero la constancia de ese ejercicio los llevará, junto con el pueblo que les acompaña, a comprometerse en la lucha por el cambio político en el país . Razón por la que alguien, con mucha sabiduría , afirmó que “ninguna lucha se pierde”.
El pulso para ejercitar la lucha social con inteligencia no se aprende de la noche a la mañana, por lo que el liderazgo magisterial debe cuidarse del radicalismo que ha estado afectando a gran parte de nuestros dirigentes políticos.
De allí que, los dirigentes magisteriales y quienes desde un segundo plano expresamos nuestra solidaridad con sus luchas debemos evitar que estas jornadas no sean conducidas bajos las ideas de la “marcha sin retorno ” y el ” maduro vete ya”.
En fin, quienes formamos parte del mundo político debemos ayudar para que la lucha sea democrática, pacífica, tolerante e inclusiva a fin de que la mayoría inconforme con el gobierno sienta que la lucha de los educadores también le pertenece.
Economista Máximo Blanco