El gobierno nacional anuncia que por vía de decretos eliminará las exoneraciones arancelarias que venía otorgándole a 597 productos.
Según la vicepresidenta del Gobierno, con estas medidas que denomina “sustitución estratégica y gradual de importaciones “, se plantean fortalecer la producción nacional.
Resalta la funcionaria, que con ello buscan incrementar el PIB, la generación de empleos y el ahorro de divisas.
Esta política la conocemos los venezolanos; se puso en marcha en nuestro país a partir de 1960, y se llamó Sustitución de Importaciones.
Fue un modelo de crecimiento hacia adentro, que industrializo al país, y dinamizo el crecimiento económico durante 10 años; pero, como el mismo se adelantó en diversidad, y no de manera integral, condujo a que cuando casi no había productos que sustituir, la estructura industrial que se formó acentuó la dependencia económica, debido a que las empresas terminaron operando con materias primas y tecnologías importadas.
Al entrar la década de los años 70 del siglo pasado, la sustitución de importaciones estaba agotada. Desde entonces todos los gobiernos ofrecieron cambiar el aparato industrial e impulsar un crecimiento hacia afuera, pero no se realizaron los cambios, y esa estructura industrial, que conformó la sustitución de importaciones, fue la que heredó la presente “revolución”.
Este gobierno rojo ofreció hacer de Venezuela una potencia económica y acabar con el rentismo petrolero, pero hizo todo lo contrario; cerró 9000 empresas, quebró la industria petrolera, y con ello frenó la producción y la productividad en el país.
Y ahora- como en todo- apelan al pasado. Hoy nos proponen, como vía para dinamizar la economía, un proceso agotado en el mundo: la sustitución de importaciones.
Ello creará un mercado cautivo para las empresas, cuyos productos sean protegidos; las cuales terminaran fijando precios administrativos e inflacionarios, y no podrán competir en los mercados internacionales.
El impacto económico será leve, pues habrá poca inversión y empleo, debido a que la capacidad instalada ociosa de nuestras empresas es del 80%.
Y además, tendremos poco ahorro de divisas porque las empresas para producir más se verán forzadas a importar materias primas.
En fin, ese proceso, como en el pasado, solo le servirá a los amigos del gobierno.