El 9 agosto de 1898 el Dr. Francisco Díaz Graffe, representante del Poder Nacional en la sección oriental del Guárico del gran estado Miranda, es alabado en un remitido aparecido en el periódico “Menudencias” por los señores crespistas-andradistas de esta zona.
Llama la atención que entre los firmantes del documento aparezcan dos ciudadanos judíos de apellidos Benlolo y Garzón, comerciantes establecidos en Tucupido y La Pascua.
Para esa época también estaban establecidos en la región los hermanos Abraham y Moisés Levy, y dos más de esa religión de apellidos Bentolila y Benchetritt. Todos ellos de Tetuán, Marruecos, que llegaron a estos llanos sin problemas de lenguaje. Pues hablaban Ladino, español antiguo que conservaron de sus ancestros expulsados de España en 1492.
Unos quince años después llegó otro a Tucupido llamado Manuel Cohén, quien paradójicamente tenía una pensión y una pesa de ganado y carne de cochino.
En 1916 era accionista del primer taxi que hubo en estos llanos guariqueños. Casó allí con una señora Arveláiz y fueron los abuelos del geólogo Boanerges Hernández, compañero generacional mío en la Facultad de Ingeniería, Universidad Central de Venezuela en los 1960.
ANÓTATE/ Preparan taller “Redacción periodística: escribiendo la noticia que todos quieren leer”