Caracas.- Monseñor Mario Moronta, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, expresó que “el señor Rodríguez Zapatero siempre ha estado del lado del Gobierno venezolano”, a propósito de su participación como acompañante en el diálogo con la oposición.
Estas declaraciones las ofreció en una entrevista concedida al diario español El Mundo. El obispo de San Cristóbal asegura, asimismo, que “se está imponiendo un régimen autoritario”, que la gente pasa hambre y no tiene medicinas y que el Papa “está preocupado por Venezuela”.
Aquí parte de la entrevista:
- Los medios españoles dicen que sólo por la frontera de Cúcuta han pasado un millón de refugiados venezolanos en un mes hacia Colombia. ¿Es cierto?
“Ciertamente que el número de los que pasan por la frontera hacia Cúcuta es demasiado alto. Se calcula un paso de unas 60.000 personas diariamente (muchos de ellos, es cierto que regresan, pues van a hacer compras del lado colombiano); pero hay un alto número que queda en Colombia, para ir a otros lugares de América del Sur o a diversas localidades colombianas.
Se calcula que sólo en Colombia hay más de medio millón de venezolanos que han ido en búsqueda de trabajo o estabilidad. Pero el número de personas que sigue a otro países es incontable. Desde que comenzó la situación de crisis en Venezuela, han emigrado cerca de cuatro millones de venezolanos a diversas partes del mundo”.
- ¿Hay hambre en Venezuela?
“Muchos quizás piensan en las lamentables hambrunas que se han dado en África y otros lugares del mundo. La situación no ha llegado a ese extremo y esperamos que nunca se dé. Pero sí existe hambre: son muchas las familias que no logran satisfacer las necesidades básicas, y se quedan con una comida al día. Ha crecido la desnutrición infantil y también entre adultos, sobre todo ancianos.
El problema está en que no se consiguen los insumos, no hay producción y lo que se puede lograr conseguir es a un precio altísimo. Por ejemplo, una docena de huevos tiene el valor prácticamente de un salario mínimo; no se diga de la carne, del pollo y de otros insumos necesarios.
Es lamentable comprobar que en muchas partes hay personas que buscan restos de alimentos en los desperdicios que son echados para ser recogidos por el aseo urbano. Incluso en las grandes ciudades, a las afueras de los grandes restaurantes, hay gente buscando lo que pueda conseguir para alimentarse algo. La crisis alimentaria va creciendo por la falta de insumos y por la carestía de lo que se puede conseguir. Hay zonas más golpeadas, sobre todo las del centro del país”.
- ¿Faltan las medicinas esenciales?
“Por haber dejado de producir y por las dificultades que existen para la consecución de divisas extranjeras, se hace muy cuesta arriba la adquisición de medicinas. Además, la mayoría no se consigue. Los costos son altísimos. Hay en estos momentos una grave situación con los enfermos oncológicos y quienes tienen que hacerse diálisis, ya que no se consiguen ni los medicamentos ni lo necesario para atender sus situaciones. Los hospitales hacen lo que pueden.
Se ha pedido la apertura de un canal humanitario para que puedan llegar medicinas. Pero el Gobierno Nacional se niega a abrirlo o permitirlo, pues sigue afirmando que no hay crisis humanitaria en el país sino una guerra económica provocada por la oposición y países extranjeros”.
- ¿Qué opina de la mediación del ex presidente Zapatero?
“Toda mediación es buena si es seria. Pero, hay un problema: el señor Rodríguez Zapatero siempre ha estado del lado del Gobierno. Eso no brinda confianza alguna. Por otra parte, el Gobierno no acepta otros mediadores sino los que puedan estar cercanos a él. Lo mismo sucede con la oposición. El tema del diálogo es crucial. Lamentablemente se ha empleado para extender la crisis y para darle tiempo al Gobierno a asegurarse en el poder. La oposición busca más bien consolidar sus propios intereses. No hay mucha referencia a la gente.
Por otro lado, falta la presencia de otros factores importantes a la hora del diálogo: los gremios, los representantes de los sectores populares, etc. Mientras el diálogo sea sólo entre dirigentes políticos, sólo se conseguirá lo que ellos quieren o buscan. El diálogo no puede seguir siendo un encuentro de élites. Falta presencia de los sectores populares, gremiales… y que el punto número uno de esa agenda de diálogo sea la dignidad de la persona humana, tan golpeada; es decir que se le considere a la gente como sujeto social capaz de dar respuestas y capaz de poder dar soluciones. Pero a la dirigencia política del oficialismo y de la oposición no le parece interesar el bien común sino sus propios intereses”.
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