San Juan de los Morros.- Se halló el hombre con una maestra en el yutong de Pariapán, y esta última le dibujó una tragedia, que si el queso caro, que si el sueldo no alcanza.
El hombre permaneció callado.
Se bajó del yutong con otra maestra que venía de otro pasillo, y esa maestra era una desgracia en lo que decía.
El hombre se sintió mal, a pesar de haber salido con alegría de su casa.
Después se encontró en el centro con unos esposos que le pintaron la fatalidad del mundo. Que si no les alcanzaría para la bolsa. Que había caos y anarquía.
Logró comprar algunos productos.
Ya en la tarde, quiso abordar el yutong de nuevo, pero cuando vio las caras de las 4 personas con las que había conversado, se bajó todo apurado y decidió irse a pie hacia Pariapán.
Dios es eterno.
Landis Alvarez