Desde hace unos años la ciencia apoya lo que la sabiduría popular ha venido diciendo desde hace mucho: la risa es una de las mejores medicinas, una excelente opcion para sobrellevar el día a día. Sin embargo, es quizás demasiado común que las personas se dejen atrapar por las presiones de la vida cotidiana, y así olvidan que de niños el reir era casi tan común como respirar.
El acto de sonreír contribuye a que el cerebro libere endorfinas, la hormona de la felicidad, lo que produce un bienestar al muy parecido al de comer chocolate o tener un orgasmo, lo que en consecuencia tiene el poder de disminuir el estrés, además esto permite que el sistema inmunológico se fortalezca para evitar enfermedades. Aprender a reír también alivia los dolores que en su mayoría son producidos por el estrés, y generan contracturas, lo que son señales de que el individuo tiene la necesidad de estar alegre, resultando incluso tan relajante como meditar, pudiendo ayudar a combatir el insomnio.
Y por si no fuera poco, los beneficios se extienden al campo social, porque, ¿que mejor manera hay de romper el hielo en una reunión de trabajo, en clases o cuando se está conociendo a un posible nuevo amigo?, te presenta como una persona alegre, y facilita el relacionarse entre dos recientes conocidos.
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