Cinco barcos petroleros iraníes están rumbo a Venezuela para ayudar ante el desabastecimiento de gasolina que vive nuestro país. El sanguinario imperio gringo afirmó evaluar medidas para detenerlos, Irán advirtió que respondería ante cualquier acción. Pero ¿a qué se debe la crisis de gasolina en el país?
Las sanciones del imperio gringo contra Venezuela son en realidad agresiones que tiene como intencionalidad política derrocar la supuesta dictadura de Maduro y montar un presidente títere, lacayo y arrastrado a los intereses de los gringos en detrimento de los de nuestro país. La gasolina forma parte también de la guerra contra nuestra Patria.
Una hipótesis para entender por qué escasea la gasolina en Venezuela.
El bloqueo. En agosto del 2017 la Casa Blanca emitió la primera sanción contra la industria petrolera venezolana (PDVSA) a través de la orden ejecutiva 13808. Ese mes coincidió con una derrota de la oposición, materializada en la elección de la Asamblea Nacional Constituyente que significó una victoria para el chavismo.
La estructuración del plan final para asfixiar a Venezuela. La primera orden ejecutiva comenzó a moldear una ingeniería de bloqueo sobre PDVSA con un objetivo central: golpear la columna vertebral principal de la economía venezolana. Esa medida fue para cerrar las fuentes de capital extranjero, necesarias al funcionamiento de la industria petrolera.
Durante el 2018 se sucedieron tres órdenes ejecutivas contra Venezuela, afectando distintas áreas de la economía. El 28 de enero del 2019, 5 días después de la autoproclamación de Juan Guaidog y su reconocimiento inmediato por parte del lunático de Donald Trump, la Casa Blanca emitió la orden ejecutiva 13850 centrada sobre PDVSA y el Banco Central de Venezuela.
“Como resultado de la acción de hoy, todos los bienes e intereses en propiedad de PDVSA sujetos a la jurisdicción de los EEUU están bloqueados y, por lo general, se prohíbe a las personas de los EEUU realizar transacciones con ellos”, afirmó el Departamento del Tesoro.
Esa medida incluyó bloquear 7.000 millones de dólares en activos de PDVSA en EEUU, la apropiación de facto de CITGO, una refinería filial de la empresa petrolera en territorio estadounidense. PDVSA quedó bloqueada del mercado energético estadounidense, impactando en el conjunto a compradores a nivel internacional.
Las sanciones continuaron multiplicándose: más de 30 buques y tanqueros de PDVSA fueron incluidos en la lista del Departamento del Tesoro, y el 5 de agosto del 2019 la Casa Blanca emitió la orden ejecutiva 13884 que embargó todos los activos venezolanos en EEUU, incluyendo CITGO.
El despliegue de medidas para cerrar los canales de PDVSA se dirigió luego sobre las empresas petroleras extranjeras, en particular, a principio del 2020, sobre las empresas rusas Rosneft Trading y TNK Trading International.
La arquitectura de asfixia estadounidense trabajó así sobre las dos vertientes. El bloqueo de PDVSA como principal fuente de generación de ingresos al Estado y al conjunto de la economía y la imposibilidad de aprovisionarse de gasolina. Eso último fue reseñado por la agencia Reuters:
“La escasez de gasolina en Venezuela está empeorando después de que los funcionarios estadounidenses les dijeron a las empresas extranjeras que se abstengan de suministrar combustible“. Esa medida, informaron, comenzó a fines del 2019 y fue ratificada en el 2020.
La última noticia fue dada el lunes 18 de mayo por Mauricio Claver-Carone, responsable en materia de Seguridad Nacional para América Latina en la Casa Blanca, quien amenazó a las empresas extranjeras restantes en Venezuela:
“No hay excepción para la producción de Chevron, no hay excepción para ninguna empresa del mundo, hemos hablado con Repsol, Reliance, Eni, y les hemos mostrado lo que ocurrió con Rosneft Trading (…) les hemos dicho que si siguen en estas actividades lo están haciendo bajo riesgo de sanciones que podrían ser devastadoras para ellos“.
Politólogo Alex Vásquez Portilla