Indudablemente que no nos vamos a referir a la pieza que se adapta a un enchufe para permitir la toma de corriente a varios aparatos a la vez, por ejemplo, la televisión, la plancha y la radio están conectados al mismo enchufe por medio de un ladrón.
Ladrón es quien hurta o roba. Se trata, por lo tanto, de una persona, institución o gobierno que delinque, ya que hurtar y robar son delitos castigados por la ley. El delito de robo consiste en apoderarse de cosas ajenas a partir del uso de la violencia o de la intimidación, pero existe otra modalidad, la influencia hegemónica que ejerce un imperio (el gringo en este caso), que si no le dan lo que quiere lo somete y amenaza con sanciones crueles.
Despojo. El Banco Central de Venezuela (BCV) rechazó la acción unilateral ejercida por el Gobierno de los Estados Unido, en complicidad con un grupo de diputados de la Asamblea Nacional en desacato, mediante la ilegal y arbitraria orden emanada de la Secretaría del Tesoro de ese país en la que instruye a Citibank, a transferir los recursos de una cuenta con titular es del BCV, a una cuenta de la Reserva Federal estadounidense, consumando un vulgar despojo de recursos financieros pertenecientes a Venezuela, a través de la apropiación indebida del patrimonio cuyo único titular es el Estado venezolano.
Una sumatoria de delitos. Esta acción acrecienta una seguidilla de agresiones y embestidas dirigidos desde el sanguinario y feroz imperio gringo contra el Banco Central de Venezuela, que no solo pretenden desacreditar la legitimidad de sus altas autoridades, sino que principalmente, procuran apoderarse de forma fraudulenta de los activos y recursos pertenecientes a Venezuela, y que, en su conjunto, conforman la agresión multifactorial para causar sufrimiento al pueblo de Venezuela.
Deducción. Este despojo deplorable incide claramente en el normal desenvolvimiento de la economía de nuestro país, ya afectada por el ilícito bloqueo económico y financiero de la élite supremacista que controla y administra el brutal imperio gringo y ahora agravada por el impacto nocivo de la pandemia global del Coronavirus (Covid-19)
Impunidad. Aunque dijimos arriba que robar o hurtar es un delito, en este caso que comentamos la policía no podrá atrapar al ladrón que le robó a Venezuela un montón de millones de dólares depositados en el Citibank.
No existe derecho ni justicia internacional, aunque existan organismos creados para tal fin, son elefantes blancos que se rinden a los pies del imperio gringo. Es necesario crear un nuevo orden internacional más justo y menos complaciente y alcahuete con el malandrín y cruel imperio de EE.UU.
Es tan imperativo este nuevo orden que el monstruoso imperio yanqui aplica supuestas sanciones, que en realidad son agresiones, a muchísimos países en el mundo que, de acuerdo al actual orden internacional, son ilegales, pero no pasa nada, es como si no existiera el derecho internacional, porque el desalmado imperio estadounidense se lo pasa por el forro.
Politólogo Alex Vásquez Portilla