En una feria, un hombre se topa con la tienda de campaña de una adivina. Pensando en pasar un buen rato, entra en ella y se sienta.
-Puedo ver que es padre de dos -dice la vidente, mirando su bola de cristal.
– ¡Ajá! Eso es lo que usted cree – dice el hombre con desdén-. Soy padre de tres.
– ¡Ajá! -dice la adivina- Eso es lo que usted cree.
Un hombre le dice a un amigo:
– Mi esposa está en una dieta de tres semanas.
– ¿De verdad? ¿Cuánto ha perdido hasta ahora?
– Dos semanas.
Una mujer frota una lámpara y aparece un genio.
– Eres una buena mujer, así que te concederé un deseo -dice el genio.
– ¿Ves ese gato? Es la única compañía que tengo, pero me gustaría tener a un hombre guapo y fuerte a mi lado -dice la mujer.
El genio acepta y, ¡puf!, el gato se convierte en un hombre parecido a Brad Pitt, con los músculos abdominales marcados. La mujer salta a su regazo y lo cubre de besos.
– ¿Tienes algo que decir antes de que hagamos el amor? -le pregunta.
– Sí -responde el hombre-, apuesto a que desearías no haberme castrado la semana pasada.
Estaban en una cárcel dos presos en su celda, entonces uno le comenta al otro con indignación: – Es ridículo esto que hacen conmigo. – ¿Por qué? -Porque me metieron aquí por robar un pan y ahora todos los días tengo uno gratis.
– Buenos días. ¿Tienen libros para el cansancio?
– Sí, señor, pero están todos agotados.
La vida es una pura contradicción.
“Separado” se escribe todo junto y “todo junto” se escribe separado.
– ¿Qué son 50 físicos y 50 químicos juntos?
– ¡100tíficos!
Le dice una niña a su amiga:
– ¿Crees que tengo la nariz grande?
– Tienes una nariz común.
– ¿Común?
– Sí, ¡común tucán!
– Buenas tardes señor, soy el afinador de pianos.
– Pero yo no lo he llamado…
– Ya, ya, me llamaron sus vecinos.
¿Cómo se dice en chino marinero pobre?
Chin chu lancha.
– ¿Y dice que sabe de historia del arte?
– Sí, soy un experto.
– ¿Y qué opina del Renacimiento?
– ¡Que es imposible! Si te mueres, te mueres, no joda.
– Mamá, ¿dónde viven los Mayas?
– Pues dónde va a ser, ¡en Miami, hija!
– Hola, buenos días. Vengo a pedir la mano de su hija.
– ¿Cuál, la mayor o la menor?
– Ah, ¿pero no tiene las dos manos iguales?
Ñapita / En un restaurante, un hombre pregunta:
– Camarero, ¿el pescado viene solo?
– No, no, se lo traeré yo, señor.
Politólogo Alex Vásquez Portilla