Los actuales sucesos que perturban hoy tanto a Israel como a Palestina, que dejan un saldo infausto de martirizado de civiles, provocan sufrimiento y misericordia, pero no resultan nada sorprendente para este mundo y su humanidad.
Tenemos que estar claros, las agresiones lanzados por Hamas desde Gaza no puede ser sino la respuesta a la política terrorista de conquista y expropiación territorial que el gobierno de Israel, con la complicidad de Estados Unidos y sus indignos países aliados, fundamentalmente los europeos, ha consumado en contra del pueblo palestino por décadas, en clara transgresión a numerosos acuerdos bilaterales y resoluciones de las Naciones Unidas.
Una de la manera de entender y comprender de manera correcta esta crisis es la de no ignorar la bestial, feroz y consuetudinaria violación y transgresiones de los derechos humanos que ha venido padeciendo la nación y el pueblo palestino a manos de sus opresores israelíes desde hace décadas; del atropello, encarcelamiento o asesinatos de sus hombres, mujeres y niños.
Territorios ocupados
Se puede valorar la dimensión de estos crímenes con los siguientes datos ofrecidos por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHOA, por sus siglas en inglés). En los territorios ocupados -invadidos en realidad- por Israel las fuerzas armadas de ese país ocasionaron entre el 1º de enero del 2008 y el 19 de septiembre de 2023 la muerte de 6.407 palestinos al paso que 152.560 sufrieron heridas y lesiones de diversa gravedad. Por contraposición, las víctimas israelíes en ese mismo lapso fueron 308 y 6.307 respectivamente. La gigantesca asimetría entre los muertos y heridos de ambos lados hablan con elocuencia de los alcances de este genocidio practicado por Tel Aviv.
La crisis actual, que es infinita, tiene como todas las que las antecedieron una larga germinación. Los alcances de la agresión israelí sobre los territorios ocupados y especialmente Gaza son de una brutalidad e inhumanidad descomunales, y bastantemente conocidos como para eximirnos de exponerlos en este articulo de opinión.
La mejor manera de definir a Gaza es considerándola como el mayor centro de reclusión o cárcel a cielo abierto del mundo. En la Ribera Occidental la ya citada organización de la ONU reporta en otro informe que el año 2023 fue el más sanguinario en la larga historia de la ocupación israelí: 36 niños fueron ultimados en el período que termina el 31 de agosto.
Colonos
Las provocaciones de las pesimamente calificadas Fuerzas de Defensa Israelí van de la mano de muchas otras realizadas por los colonos devenidos, con la complicidad del gobierno de Israel, en terribles escuadrones de la muerte que asumen por mano propia la tarea de someter por medio del terror a los pobladores originarios de las tierras que están robando o expropiando.
Esta violencia, que ahora registra un nuevo estallido, ha caracterizado toda la historia de Palestina desde el momento que a su pueblo le fuera privado el sagrado derecho a la autodeterminación nacional. En este mundo, inmerso en el vértigo del irreversible ocaso del exhausto orden mundial de posguerra, se impone resolver la cuestión de la formación del estado palestino, saldando una deuda que ya tiene 75 años. Sin ello, la violencia no hará sino crecer y tornarse cada vez más brutal.
Desmontando una terrible mentira
¿Hamás degolló 40 bebés? Periodista que lanzó la bomba “se echa para atrás”.
La periodista Nicole Zedeck, reportera del medio proisraelí i24NEWS, sería la responsable de difundir la falsa información de que el grupo islámico Hamás habría degollado a 40 bebés en un kibbutz en la ciudad de Kfar Aza, en Israel.
Hasta el momento, Zedeck no ha mostrado ni una imagen ni declaración de algún vocero oficial del ejército israelí que confirme que miembros de Hamás “cortaron cabezas a niños y mujeres”, tal y como lo aseveró. Hasta las autoridades de Israel han reconocido que no se ha podido demostrar tal información.
Politólogo Alex Vásquez Portilla, especial para El Tubazo Digital.
