Calabozo.- El heroico Capitán Antolín Múxica Ramos, fue un Oficial de caballería del Ejército de Venezuela en la Guerra de Independencia que desde 1812 combatió en los llanos de Calabozo, a las órdenes de su hermano Hermenegildo.
A los 19 años fue ascendido al grado de Capitán. Luchó en Estanques (Edo. Mérida), en febrero de 1814, bajo las órdenes del capitán Antonio Rangel contra el realista Aniceto Matute.
También con Rangel actuó en la batalla de Chire (octubre 1815) contra Sebastián de la Calzada. Con el General José Antonio Páez de jefe combatió en Mata de la Miel (16/02/1816), Paso del Frío (13/06/1816).
Después el Capitán Antonio Rangel fue comisionado por el General José Antonio Páez para que tomase por asalto a la ciudad de Achaguas, donde el Presbítero y Coronel realista Andrés Torrellas resistía con su gente.
El 19 de junio de 1816, Rangel acompañado por el Capitán Antolín Múxica atacó la ciudad de Achaguas, pero fue repelido por las fuerzas de Torrellas.
Rangel propuso retirarse por la misma vía en que había llegado. Entonces el Capitán Múxica, expresó, que él no lo haría, que antes prefería morir continuando la pelea que ser portador de la infausta noticia de ese desgraciado lance. Invitó a todos los presentes para que lo acompañasen en la continuación del ataque. Para su mal, algunos lo hicieron.
Al comenzar el ataque, tuvo la mala suerte que su caballo cayó al fondo de un jagüey, lleno totalmente por las lluvias torrenciales caídas en los días anteriores. Allí, fue hecho prisionero por un pelotón de soldados realistas al mando del Sargento Leonardo Blanco.
Inmediatamente el Presbítero y Coronel Torrellas, ordenó su fusilamiento; y por ser Antolín Múxica un oficial muy valeroso y temido por los realistas, Torrellas también ordenó que su cabeza fuese separada de su cuerpo, frita en aceite y enviada a la ciudad de Calabozo, para que como advertencia y escarnio fuese exhibida en escarpia pública.
La colocaron antes de llegar a Calabozo, a la entrada a la mano derecha del paso de La Misión de la Santísima Trinidad. Allí estuvo el macabro despojo del heroico oficial durante largo tiempo; hasta el 22 de febrero de 1818, cuando Simón Bolívar, proveniente de Los Bancos de San Pedro, iba a entrar a Calabozo por el Paso de San Marcos.
El Libertador al ver la calavera sobre una pica, le preguntó al General Páez, qué significaba eso. Páez, sin poder ocultar su dolor por la pérdida de tan valeroso oficial y de todo el seguimiento de las crueldades cometidas por los españoles, entre ellos el Presbítero y Coronel Torrellas. Relató al Libertador lo ocurrido.
El Libertador ordenó que de inmediato, la calavera fuese sepultada con honores militares en el templo de Las Mercedes de la ciudad de Calabozo. Dichos honores póstumos fueron oficiados el 23 de febrero de 1818. Los soldados al bajar la calavera, observaron que dentro de ésta había un nido de Cristofué con sus pichones; el cual fue desmontado con cuidado y colocado en un botalón que estaba al lado.
Cuando el Libertador supo esto exclamó: “Esto es un excelente presagio de feliz augurio que nos anuncia que la libertad de Venezuela, será una realidad”.
La calavera del Capitán Antolín Múxica está enterrada en la nave central de dicha iglesia, justo debajo de donde estaba el púlpito, al frente de la segunda columna a la izquierda próxima al altar mayor.
Ysnardo Conigliaro