Ya se vieron los movimientos de Washington. El resultado electoral, si bien no fue una paliza para los demócratas, tampoco fue una victoria para el presidente Joe Biden.
En lo económico, el resultado electoral trajo más confianza en el gobierno de los demócratas, según como cotizó el precio del petróleo a la baja. El turno es de Bruselas, donde hay movimientos y tienen que ver mucho con Venezuela.
Pero la meta de Biden sigue estando lejos, quien requiere que el barril esté por debajo de 60 dólares, mientras Vladímir Putin, quiere un barril sobre 100 dólares, en consonancia con Arabia Saudita.
Es altamente probable que las sanciones contra Venezuela sean aliviadas o flexibilizadas enormemente. Si es por EEUU, eso debería ser pronto. Si es por Bruselas, puede tardarse más.
Pero detrás de las sanciones hay una nueva situación para Venezuela. En el gobierno de Nicolás Maduro se evalúan ya los efectos y no necesariamente un alivio total de sanciones, sería algo bueno, circunstancialmente para estos.
De allí que se suspendió el envío de petróleo a Europa, porque no ingresa efectivo. Las empresas quieren petróleo y EEUU admite que lo reciban, solamente para que se paguen las deudas de Pdvsa con ellas.
Los movimientos por Bruselas
El gobierno tiene claro lo que se viene encima, si las sanciones son retiradas del todo. Aunque en la oposición, confundidos, creen que eliminar las sanciones, es bueno para el gobierno.
Pero eso lo miden porque se limitan al impacto político, al efecto de las redes sociales. Pero fuera de Venezuela, en la política real, se evalúa el impacto económico, que, a la larga, trae consecuencias políticas. Actualmente, Venezuela y Pdvsa, tienen deuda en impago, desde 2017. Allí está una clave de los próximos movimientos políticos en este país.
Ya se puede dar por descontado que el acercamiento de Washignton con Nicolás Maduro es un hecho. Allí persisten. Ahora, por otro flanco, viene Bruselas. No es una casualidad el video que se hizo viral, en el saludo y el cruce de palabras de Maduro con Emmanuel Macrón, el presidente de Francia. Veamos.
En Luxemburgo, se acaba de lanzar un vehículo de inversión llamado “Canaima Fund Lux”. El cual tiene el propósito de agrupar a los tenedores de deuda de Venezuela y Pdvsa, que son de Europa.
Esto se está haciendo antes de que haya acciones legales en tribunales internacionales, por el impago. Canaima Fund Lux hizo un comunicado, en el que ofrece a los acreedores, canjear toda la deuda, en un solo título negociable, para recuperar totalmente o parcialmente la deuda. El plazo es hasta diciembre para aceptar la oferta. En este primer punto, se entiende, que Venezuela está llevando a cabo planes de reestructuración de deuda. En Europa, por la guerra, necesitan petróleo urgentemente.
Lo bueno y lo malo de las sanciones y la deuda
Como se sabe, los bonos de deuda de Venezuela y Pdvsa, están congelados por las sanciones de EEUU. Nadie puede venderlos, comprarlos o negociarlos, bajo ningún término. Quien lo haga, será sancionado también.
Una eliminación de las sanciones, dejaría a la economía de Venezuela, a merced de los acreedores, y eso sería un duro golpe al gobierno de Nicolás Maduro, el cual no cuenta con recursos para hacer frente. Aunque podría llegar a términos de renegociación, dadas las actuales circunstancias, tendría que hacerlo en condiciones muy desfavorables, con quienes quieran negociar. La lluvia de embargos y demandas, también estarían presentes.
Además, debido a la crisis económica global, el aumento de tasas de interés de la Reserva Federal, haría enormemente costosa, la emisión de nueva deuda, para canjear por la vencida.
Venezuela no tiene ingresos suficientes para hacer frente a ello. El endeudamiento actualmente es de 300% por encima del PIB, que tiene este país en estos momentos. Salir de esa fosa, abiertamente al mundo, con el caos que hay, sería muy difícil, y pondría al gobierno en circunstancias muy adversas en lo económico, lo que se tendría su reflejo en lo político.
Las sanciones no se están respetando
Washington sigue dando muestras a Maduro, de su disposición a negociar seriamente. Hay operaciones petroleras, que se están permitiendo, a pesar de las sanciones.
Hay reportes de que compañías norteamericanas, están en actividad, transportan productos petroleros y lo llevan al extranjero. A la isla de Curazao se está llevando petróleo, lo hacen buques que llegan a Venezuela y luego se dirigen a la isla.
Desde septiembre, las instalaciones petroleras de Curazao se reactivaron. Allí se estaría mezclando crudo venezolano, con petróleo de otros países. Después, empresas norteamericanas, con sede en Panamá, fungen de corredores en los mercados.
Biden necesita petróleo barato. Si Venezuela lo vende con grandes descuentos a China y a Rusia, que tanto que también se haga con países de Occidente.
Un largo proceso de negociaciones se abre
Esta historia no termina aquí. Falta despejar muchas dudas. Pero hay que dejar claro que para que se renegocien los bonos de deuda de Venezuela y Pdvsa, deben eliminar las sanciones, por lo menos, a esos instrumentos.
Por sus efectos, las negociaciones se harían más complejas, por lo tanto, más lentas. Negociaciones de Maduro con EEUU y Europa. Aunque ande por ahí, hablando de monedas nuevas con los países del BRICS. Mientras tanto, la oposición venezolana, debe conformarse con ser mirones de palo, tras el rotundo fracaso de un “presidente interino”.
LA GRÁFICA: El efecto de las elecciones de EEUU
El petróleo cotiza en un rango entre 78 y 93 dólares desde agosto. El resultado electoral en EEUU, que no significó una paliza para los demócratas, trajo una recuperación del dólar y caída del petróleo (Flecha roja).
En ello también ayuda el enfriamiento de la economía de China. La Reserva Federal ya está agotando sus “cartuchos” para revalorizar el dólar en su lucha contra la inflación. La caída de los bonos de deuda de EEUU, es una alarma que permite prever, que la FED está cerca de sus límites. Entonces queda el mercado petrolero, real. En esta parte es que entra la situación de Venezuela.
Por Alex Vallenilla
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