España.- El PSG se fundó en 1970. Para entonces, el Madrid ya había ganado cinco finales de la Copa de Europa y había perdido dos. Cierto que el club blanco estaba en plena travesía del desierto (32 años entre la Sexta, 1966, y la Séptima, 1998), pero para entonces ya podía presumir de un pedigrí que su rival de este miércoles ni siquiera se atrevía a soñar.
48 años después, el equipo de París, y de Qatar, aspira al trono en el que el Madrid ha aposentado sus reales 12 veces, la última hace apenas nueve meses.
La inagotable inyección de petrodólares procedente de Oriente Medio ha convertido al equipo francés en una de las grandes potencias europeas. Líder indiscutible del pasado mercado estival, con los aterrizajes en el Parque de los Príncipes de Neymar y Mbappé, el equipo de Emery cree que ha llegado su momento. El proyecto faraónico que dirige Al-Khelaifi necesita una guinda a la altura, y no la hay más apetitosa en el fútbol mundial que la Champions.
El PSG, como el Manchester City, representan a una nueva estirpe europea, la de los aspirantes a tomar el relevo de las potencias tradicionales. No reparan en medios con la idea fija de derrocar al antiguo orden. En este sentido, el duelo de esta noche es el resumen del nuevo panorama del fútbol europeo. El nuevo rico contra el viejo patriarca, la pujanza del aspirante frente al temple del veterano.
- Onces probables:
El Madrid y las 12
Y por ahí aparece el problema para el PSG. Porque el equipo que este miércoles se cruza en su camino es nada menos que el Madrid, indiscutible rey de Europa. Tanto en la era del blanco y negro (seis coronas) como en la del color, el ultra HD y el 4K (otras seis). La última en 2017. La penúltima en 2016. Y la antepenúltima en 2014.
Atraviesa el club madrileño su tercera edad de oro en Europa, tras la de Di Stéfano (1956-60) y la del tránsito entre los siglos XX y XXI, que se saldó con otras tres Orejonas. La precariedad de su situación en los torneos locales (desterrado en la Liga y eliminado con vergüenza de la Copa) no hace sino alimentar sus ansias de Champions.
No sería la primera vez que el equipo fracasa en España y triunfa en Europa. El idilio del Madrid con la Copa de Europa ha ido en demasiadas ocasiones más allá de la lógica como para enterrar a un club que ha hecho de Europa su particular Santo Grial.
Zidane llega con todo, lo que implica 4-3-3, BBC y Cristiano Ronaldo. Seguimos hablando de reyes. Cinco veces ganador del Balón de Oro, plasmando una era junto a Messi, y máximo goleador histórico de la competición en la que ha desarrollado algunos de los mejores episodios de su carrera, como la recta final del curso pasado, con 10 goles en los cinco últimos partidos.
Ronaldo no se conforma con sus cuatro Champions. A sus 33 años, se ve con fuerzas y goles para pelear por más. Y, tras un arranque dubitativo, parece llegar a la cita en su mejor momento. Anotó tres goles ante la Real Sociedad y mostró el filo que acostumbra cuando los partidos adquieren verdad.
Neymar, a escena
Enfrente, replicando el duelo colectivo entre españoles y franceses, Neymar, que sigue empeñado en añadir el Júnior a su alias pese a haber cumplido ya los 26 y haber volado del nido hace ya muchos años.
El jugador más caro de la historia. El hombre que huyó de la sombra de un mito para labrarse un futuro como protagonista absoluto en una superproducción diseñada en exclusiva para él. Es el futbolista llamado a heredar el trono en el que conviven, a codazo limpio, Ronaldo y Messi.
Es de suponer que Neymar lleva tiempo soñando con este partido. Ahora es el jefe absoluto. Se mide a un rival de enorme prestigio, en el que figura una estrella que, en cierta medida, también le eclipsa. Ya demostró al irse a París que esa idea le molesta.
El Madrid y Cristiano ponen en juego su corona ante el club-estado por excelencia y su símbolo más preciado. La tradición contra la modernidad. Las 12 Champions contra el reto de la primera. De reyes y aspirantes va la apasionante historia de esta noche.
Fuente
Santiago Siguero
