La agresión fascista de la dictadura contra la educación, el pasado viernes 10 de octubre, tuvo una respuesta contundente por parte de los docentes venezolanos, en San Juan de los Morros, los educadores, administrativos y obreros de todos los niveles, a excepción de los esquiroles, se echaron a las calles con temple y coraje, para plantarse al frente de la Zona Educativa-Guárico pese a las emboscadas del clima y la provocación de sus fuerzas represivas.
Con sus consignas e himnos, sus estandartes y banderas, sus pitos y cacerolas en una demostración de fuerza indómita los docentes manifestaron su rechazo a las políticas hambreadoras del régimen; cuántos eran los presentes, y cuánto es la totalidad de su gremio, la respuesta es irrelevante, si partimos del hecho, de la verdad migratoria de profesionales y de que se está luchando contra un patrón dictador.
Nuestros maestros sin vacilación tienen semanas en las comunidades convocando a los padres y representantes en asamblea, para explicar el drama por la que transita la educación venezolana y de seguro en los próximos días continuaran dando su justa batalla en defensa de la educación y el salario.
El régimen de Maduro y sus personeros regionales, por su parte, seguirán implementando el estado de terror, para tratar de menguar el descontento que ha provocado, por su desprecio a la educación; sistematizado mediante el irrespeto a la escala salarial, el contrato colectivo, el salario, los beneficios laborales, la acción gremial y sindical, etc. Lo que desconocen los usurpadores, es que ya los docentes no aguantan más y en 20 años sus condiciones de vida se han pauperizado al extremo, que ya han perdido hasta el miedo.
El sector educativo da signos de mantenerse en la calle, situación que fácilmente podría prender el estado de ánimo de otros sectores gremiales y laborales para reactivar sus luchas y así generar un repunte del movimiento de masas, que desde mayo transita por un reflujo. En este sentido, la dirección gremial, sindical y política debe centrar sus esfuerzos en coordinar y mantener las acciones, trabajar por incorporar la solidaridad de los padres y representantes, además de los sectores sociales, articular todas las luchas en una sola lucha con la clara concepción, de que solo con la derrota del régimen habrá salarios dignos, libertades civiles y la reconstrucción de una educación democrática.
Fresca está, todavía la noticia, del mega-robo de útiles y uniformes escolares perpetrado por directivos de una escuela en San Juan de los Morros, de esto nos salta interrogantes ¿Quiénes dirigen nuestras escuelas?, ¿qué “maestros” express pretender contratar el Estado para darle clases a nuestros hijos y nietos?
Las autoridades regionales de educación han permitido sin ningún evaluó o merito, el ingreso de directivos en las instituciones educativas, cuales han que han terminado siendo unos ladrones. Salta nuestra preocupación al presumir, de que estos mismos criterios serán aplicados para meter “maestros” express a dar clases. Esto es un llamado de atención a los padres, madres y representantes y al gremio docente que no puede permitir que nuestros hijos sean dirigidos por personas de las que no se sabe cuáles son sus orígenes y capacidades académicas, pedagógicas e institucionales para ejercer una labor tan delicada como es de educar a niños y adolescentes.
Esta grave situación no puede asumirse con indiferencia por parte de la sociedad. Los hechos del robo deben ser repudiados enérgicamente, el rechazo a los “maestros” Express deben ser una acción colectiva en función de prever hechos lamentables en el futuro, no quisiera ningún guariqueño vivir o ver la noticia, de que en las escuelas se ha instaurado el terror de la violencia y de los abusos sexuales.
Finalmente, la lucha educativa es un abanico de demandas en donde actúan una diversidad de niveles y actores de la sociedad, que podríamos resumir, sin equívoco en dejar algunas por fuera:
- Aumento del salario de los docentes, personal directivo, administrativo y obrero tanto activo como jubilado.
- Respeto de la tabla salarial, los contratos colectivos, beneficios laborales, la meritocracia y la organización gremial y sindical.
- Reacondicionamiento de las infraestructuras educativas y buen funcionamiento de los servicios públicos.
- Funcionamiento eficiente de los Comedores educativos y prestación de calidad de las dietas nutricionales.
- Aumento y ampliación de Becas estudiantes, dotación de útiles y uniformes escolares
- Dotación de material pedagógico para laboratorios, bibliotecas, deportivo, etc..
- Implementación de Transporte escolar y restablecimiento del pasaje preferencial estudiantil
- Presupuesto justo para la educación en todos los niveles.
- Autonomía universitaria.
- Políticas públicas para atender la crisis del transporte.
- Revisión del currículo Básico Nacional de enseñanza.
Estas demandas, de seguro no serán atendidas por la dictadura, habrá quienes afirmen que estos planteamientos son una utopía; sin embargo, estas exigencias serán las consignas que nos conduzcan a librar las luchas hasta derrotar la dictadura. Estas demandas incumplidas, serán la excusa y justificación perfecta para derrotar una dictadura fracasada, para así dar paso a la reconstrucción nacional y la instauración de un nuevo sistema educativo: democrático, científico, público y gratuito.
“Las utopías tienen fuerza material cuando se construyen con las manos…”
Reinaldo Cortes / *Dirigente político de oposición