Caracas.- “Obra maestra de Aristóteles completada en dos partes, el primero que contiene los secretos de la generación”. Con ese título, el libro escrito en 1684 en Londres no pudo ser leído hasta el siglo XX. El extraño ejemplar llegó a la casa de subastas “Hansons Auctioneers”, ubicada en Derbyshire.
El libro contiene una serie de curiosos consejos para las relaciones sexuales y de pareja, que hay que ubicar en contexto para entenderlo.
No tener sexo con animales
El manual del siglo XVII advierte a las mujeres que si tienen relaciones sexuales con animales pueden procrear monstruos. Un elocuente dibujo muestra las posibles consecuencias: un hombre con larga cola y un niño con los brazos cubiertos de plumas y patas de gallo.
También se cita un ejemplo: el “niño pájaro”, nacido en Italia en 1512, culpa de que su madre era una mujer “inmoral e impura”.
Cómo hacer para que el hijo se parezca al padre
Según este imaginativo autor, la apariencia física del hijo depende de la imagen que tenga en la mente la madre durante la relación sexual (¡?!). Así que el consejo es mirar fijamente al hombre y “enfocar se pensamiento en él” durante el sexo.
“Si las mujeres posaran sus ojos sobre cuerpos enfermos, la fuerza de la imaginación podría generar una criatura con labios velludos o la boca retorcida”.
Dieta a base de pajaritos
Las recomendaciones alimenticias para fortalecer las posibilidades de tener hijos son eternas y cambian de sociedad en sociedad. En el caso de este raro manual, recomienda que él priorice en su dieta las raíces y las aves cantarinas: jengibre, nabos, gorriones, mirlos, perdices y pichones de paloma.
A las mujeres se les sugiere no comer grasas ni condimentos, para no “calentar” demasiado el cuerpo. El libro incluso habla de los “anhelos codiciosos” de las mujeres embarazadas por cosas no son nutritivas, como “carbones, basura, creta, clavos, cuero, carne de hombre y carne de caballo”.
Mejor, casadas
Obviamente no estaba muy de moda el feminismo en el siglo XVII, así que el manual asegura que si la mujer se debe casar. El goce sexual con el marido es lo que las volvería “más felices y llenas de vida”.
Unos mimitos después
Señores, ¡no cuesta nada demostrar un poco de cariño e interés!. En este tema repara el autor y dice: “Aconsejo, antes de que comiencen sus abrazos conyugales, vigorizar sus deseos mutuos y hacer que sus llamas ardan con un ardor más feroz por esas formas entrañables que aman. Una vez hecho lo que pide la naturaleza, el hombre debe tener cuidado de no desembarazarse muy rápido del abrazo de su mujer”.
Cómo elegir el sexo del futuro bebé
Nada de manipulación genética ni cosas por el estilo. Según este librito (sí, es chiquito), es facilísimo. Si lo que se desea es tener una niña, luego del sexo la mujer debe acostarse sobre su lado izquierdo, y hacer lo contrario si quiere un varoncito.
También hay que tener en cuenta cuándo. Para concebir varoncitos los mejores días son aquellos en los que el sol está en Leo y la luna en Virgo, Escorpio o Sagitario. En caso de desear una nena, cuando la luna está en fase menguante, en Libra o Acuario.
La mujer, el “segundo yo” del marido
Siendo que era la época en se quemaban mujeres en la hoguera por considerarlas brujas, no nos llama la atención el apartado en el que se califica al hombre como “la maravilla del mundo, a la que todas las cosas están subordinadas” y “cuya semilla debería ser vista como una dádiva divina, cubierta en abundancia por espíritu vital”.
Dentro de esa imagen divina, “la unión de los corazones en sagrado matrimonio es la más feliz condición, pues el hombre pasa a tener un ‘segundo yo’ para compartir sus pensamientos, y una dulce compañía en su trabajo”.
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