El pasado 28 de diciembre del 2022 leí un artículo de Daniel Scott intitulado: “Este pueblo no da para más”. Me identifiqué con su planteamiento porque dice muchas verdades de la actual situación de crisis y miseria colectiva de nuestro país.
Además afirma que: “oposición no la hay, ni democrática, ni golpista, ni fascista, ni nada”.
En esta ocasión hago referencia al término VIRTUAL como un adjetivo que califica algo que no existe en el real ejercicio de sus funciones, si no es en la imaginación y en el discurso sin mensajes sin compromiso y sin propuestas orientadas a lograr la verdadera UNIÓN y promover el ansiado cambio para el rescate del estado de derecho establecido en nuestra constitución.
Estos dirigentes que conforman las directivas de los micropartidos han perdido la conexión con los votantes y con el pueblo siguen actuando de manera: egocéntrica, egoísta, excluyente, individualista, ambiciosa, envidiosa y genuflexa.
La mayoría busca acercamientos y diálogos ocultos con el gobierno en busca de dádivas o contratos para continuar financiando su campaña divisionista.
Esa actitud de esos dirigentes me recuerda a un relato de un hecho ocurrido en la época de la niñez del ilustre venezolano Andrés Bello: cuentan los historiadores que en un almuerzo familiar la mamá del niño observó que Andresito en vez de comer leía.
Entonces le preguntó: ¿Andresito que pasa que no comes? Y el niño le respondió: ¡Mamá es que mi cerebro necesita más alimento que mi estómago!
Parodiando la respuesta de Andresito, yo me atrevería a pensar que en estos momentos de grave crisis estos supuestos opositores responderían: Mi arruinada Venezuela: Es que mi EGO necesita más alimento que mi CONCIENCIA y mi DIGNIDAD.
Saúl Sivira
*Poeta de Las Mercedes del Llano, estado Guárico.
