Desde mi pueblo turístico, Sanare, estado Lara, cobijado de sausedales, margaritas, orquídeas blancas y 370 especies de aves silvestres hago estas reflexiones. Sanare es paradero obligatorio para la gente que suele reencontrarse con el espíritu.
Me detengo a plasmar las dos vertientes de las diferentes variantes ocurridas en el horizonte llanero. La primera dificultad. Cuando la Capitanía General de Venezuela, la Alcaldía de Caracas y los prelados del estado Lara en 1759 y 1776 la prohibieron.
Así, consideraban “pecaminoso ” al fandango; antecesor del joropo y, para evitar ser detenidos, se fueron a bailar por la llanura infinita (que ocupa el 75 por ciento de nuestra extensión territorial).
La época actual. La indisciplina desborda y predomina en los actuales momentos, ¿avalada por empresarios?
Cómo es posible que mucho de los intérpretes utilizan una de sus manos para mantener el micrófono y la otra para exhibir un litro de aguardiente de las empresas que los patrocinan.
¡Dios mío! La empresa licorera (Ron Santa Teresa) me patrocinaba por muchos años, pero su promoción era publicitar su logo solo en afiches. Ahora es todo lo contrario, con la botella en la mano.
La actitud de muchos empresarios que consideran que el mundo del espectáculo es un juego de dado o una lámpara de Aladino, obviando los 79 pasos para obtener el éxito.
Los altos honorarios que devengan unos pocos, la desbandada de intérpretes en formación que se regalan, ávidos de promocion de su tema que con gran esfuerzo han grabado.
Esto lo hacen por carecer de recursos para pagar (payolas), también los que matan tigres hasta tres veces por día.
También están los que suben a la tarima ebrios ofreciendo licor (como si eso fuese folklore). A los músicos que no les cancelan y vuelven a prestar sus servicios con compromisos económicos acumulados.
De igual manera, me preocupa que el liquiliqui tiende a desaparecer (en el Milenium de 89 intérpretes solo vi a tres cantantes con nuestro traje típico).
En El Cimarronazo, atiné a ver a muy pocos. Todo lo contrario sucedió en el reciente Mundial de Coleo en Villavicencio, porque la mayoría se vistió con el liquiliqui ¿Entonces?
El fusilamiento de música foránea también es atenuante lamentable, el reggaeton en las actuaciones y los grandes escenarios con VIP delante de las tarimas que minimizan la interrelación o visibilidad entre el animador y los intérpretes con los asistentes.
Al cantante no le gusta el acercamiento con su gente. Aducen que es por razones de seguridad (cuáles han sido las eventualidades? En mi país se respeta y protege a nuestros exponentes, incluso el autógrafo se esfuma.
Solo una foto o gráfica a la distancia con su celular es lo que el asistente se lleva. La contracción económica nos lleva al hecatombe. Los empresarios no podemos competir con los altos honorarios que las alcaldías o gobernaciones, con el dinero del pueblo le pagan a nuestros intérpretes ¿Cómo compites si son contratados para cantar gratis?
Vaticinio. En una oportunidad Juan Vicente Torrealba vislumbró las dificultades en el devenir de tiempo.
Sin embargo, no coincido con lo expresado en forma reciente por un periodista del estado Lara quien expreso “que nuestra música no la escucha nadie”. Ella sigue siendo rentable y muy escuchada. Claro, la época es compleja por lo ante señalado.
Es imposible entradas superiores a 10 $ en la actualidad, tampoco es una garantía eventos donde no incluyas a un posicionado.
Quien considere lo contrario que lo demuestre. Los gastos operativos afectan mucho a los músicos que son los peores remunerados.
En una oportunidad me citaron al Sindicato de Radio, porque un intérprete adujo que no lo presenté como animador.
En la actualidad, a la mayoría no les interesa quién lo va a presentar, eso pasó a la historia. Ahora se presentan entre sí, son muy pocos los que le dan la importancia al presentador, salvo excepciones.
Muy lejos quedó la época en que los cantantes se emocionaban con el acompañamiento del maestro Chirinos, los Escalona, Carlos Orozco, Venezuela Joven entre otros y un reconocido presentador.
Ya eso no importa, lo que vale es el sentido de oportunidad. Después de estas reflexiones, solo me queda seguir trabajando duro para que vuelva a resurgir la época de oro. !Unidos lo vamos a lograr. ¡”Un pueblo sin identidad, es proclive a su propia destrucción’.
Segundo González, “Voz de Oro del Folklore “.
