Tokio.- Shinzo Abe anunció su renuncia como primer ministro de Japón, una decisión que tomó el lunes pasado pero que solo confirmó este viernes. De esa forma, el político japonés cierra los últimos flecos de su gestión, la más prolongada en la historia del país, en su era moderna.
Abe, de 65 años, notificó su intención de dimitir por las mismas razones que hace 13 años motivaron su primera renuncia como primer ministro. El funcionario japonés sufre de una colitis ulcerosa crónica desde que era adolescente.
“Si se está enfermo y no se está en buena forma física, no se deben tomar decisiones políticas importantes ni dejar de producir resultados”. Esas fueron las palabras del primer ministro en una rueda de prensa en la sede de la Jefatura de Gobierno.
Shinzo Abe se presentó ante los periodistas sin señales de deterioro de salud y con apariencia de que se sentía aliviado por la decisión. Al parecer, el político venía rumiando esa decisión desde hace un mes, cuando los médicos detectaron signos del mal que forzó su dimisión en 2007.
Relató que en junio tuvo un chequeo regular y se encontraron señales de que estaba regresando la colitis ulcerosa crónica. A partir de entonces comenzó a ser tratado con un nuevo medicamento.
“El nuevo fármaco exige monitoreo continuo”
“Desde el mes pasado mi salud se ha deteriorado, y he perdido mucha fuerza (…). El nuevo fármaco que me están administrando exige un monitoreo continuo”, relató Abe.
Teniendo en cuenta que no puede producir los resultados deseados en su gestiones gubernamentales, optó por presentar su renuncia. “En política lo más importante es generar resultados”, subrayó.
“Durante ocho años he podido manejar bien mi enfermedad, y he sido capaz de dedicarme por entero a mis obligaciones como primer ministro”, agregó. Sin embargo, añadió que había decidido que ese mismo mal le obligaba a abandonar el poder.
Con información de la EFE