El diario estadounidense The New York Times resaltó que Cuba “está al borde de un logro científico extraordinario: la producción de una vacuna anticoronavirus.
“Una de las cuatro vacunas desarrolladas por científicos cubanos entrará en una fase final de pruebas el próximo mes. Un paso crucial hacia la aprobación regulatoria. De tener éxito, podría poner a la isla en el camino de inocular a su población y exportar al exterior a fines de año”.
El influyente medio destaca que “la vacuna que se dirige a una fase final de ensayos se llama Soberana 2. Es un guiño al orgullo que siente la isla por su autonomía, a pesar de décadas de hostilidad por parte de su vecino del norte”.
“No es solo medicina y humanitarismo; hay una gran recompensa económica si pueden controlar el virus”, dijo al periódico Richard Feinberg, un experto en Cuba de la Universidad de California en San Diego.
“No serán solo ingresos inmediatos, sino un impulso a la reputación del sector biotecnológico farmacéutico cubano, que les permitirá comercializar otros productos médicos”.
El diario neoyorkino señala que Cuba comenzó a invertir dinero en biotecnología en la década de 1980.
Como parte del impulso de Fidel Castro para hacer que la nación fuera autosuficiente frente al bloqueo estadounidense que dificultaba la obtención en el extranjero.
“La inversión en salud pública dio lugar a decenas de instituciones de investigación médica. Un excedente de médicos, que Cuba envía a otros países en misiones médicas”, apunta la publicación.
Cifran en 5. 400 millones de dólares los ingresos del país por servicios de salud en 2019. El doble que el turismo, uno de los principales impulsores de la economía.
Añade que el sector biotecnológico cubano está bien desarrollado.
Cuba fabrica ocho de las 12 vacunas que se administran a los niños en la isla y exporta vacunas a más de 30 países.
“Es un gigante de la biotecnología”, dijo Gail Reed, editora de MEDICC Review, una revista revisada por pares de medicina cubana y del mundo en desarrollo, sobre la isla. “Los logros son innegables”.