Existe una cuarta hipótesis para explicar el origen del nombre de Calabozo. Además de las que se han manejado hasta ahora.
A saber, la “carcelaria”, referida a la existencia de una cárcel en este sitio.
La “geográfica”, según la cual la forma del río Guárico al bordear la mesa de Calabozo forma un arco, parecido a la hoja de un viejo instrumento de labranza español llamado “calabozo”.
Una tercera hipótesis denominada “autóctona”, que se basa en lo mencionado por Alfonso Espinoza acerca de un “pueblo” o aldea indígena llamada “calaboço”, presente en esta sabana.
Hasta ahora se ha pasado por alto una hipótesis introducida por el Presbítero Eduardo Antonio González en su libro Epítome Histórico de la Diócesis de Calabozo, publicado en 1951.
De acuerdo con el citado autor, transcurría el tercer cuarto del siglo XVII, cuando los indios se encontraron con un grupo de colonos que buscaban un medio adecuado para establecer la cría de ganado en esta mesa, al encontrarse con ellos los naturales comenzaron a repetir la palabra “carabuz”; después se dieron cuenta de que esa palabra la usaban los aborígenes para referirse a las armas de fuego.
Habría que recordar que los primeros conquistadores usaban el arcabuz, arma de cañón largo; quizás los indios querían repetir el nombre de esos artefactos de muerte.
Razona González que los mencionados colonos “buscaron entre las palabras castellanas alguna que en su oído no se alejara mucho de carabuz y resultó calabozo”.
Concluye el Padre González afirmando que dicha palabra “… sirvió para designar no solo la Planicie sino también el Pueblo de efímera existencia fundado allí por los Padres Misioneros Capuchinos el año de 1695”.
A esta cuarta hipótesis podríamos denominarla “lingüística”. ¿Qué opinas tú?
Ubaldo Ruiz Cronista de Calabozo