Los trabajadores del sector público no pueden quejarse por sus condiciones laborales, y menos en público, es decir ante medios de comunicación, bien sean impresos, radiales, televisivos o digitales. Eso es tan pecaminoso que puede costar el puesto de trabajo y hasta la libertad.
Si no lo creen pregunten en la industria petrolera, en ministerios o en alcaldías y gobernaciones. Y menos si se trata de hablar delante de medios “de la derecha”. Solo se vale si se trata de los medios “del Estado”, convertidos en seccionales de los partidos que mandan.
Si a algo le tiene alergia y animadversión el gobierno es a la prensa, siempre que no sea Venezolana de Televisión o cualquiera de los llamados medios “públicos” colonizados por el Partido Socialista Unido de Venezuela y ahora también por el no menos clientelar Somos Venezuela.
Y esa alergia hace estragos cuando se siente tremor de que alguna señal de descontento interno en el seno del chavismo de a pie se difunda masivamente.
Ese video que circula en las redes sociales en el cual aparece Jackeline Faría dando órdenes de que saquen a la prensa “de derecha” de una asamblea en la cual un grupo de trabajadores le reclamaban a ella y a la alcaldesa de Libertador., Erika Faría, por atropellos laborales, es la mejor evidencia del pánico que le tienen a la verdad y a que esta se difunda.
Lo mejor del video es cuando la ex ministra del baño de playa en el río Guatire y las colas sabrosas argumenta que como se trata de un sitio de trabajo no puede entrar la prensa, Jejeje. Vaya debilucho argumento. Y cuando el soberano es consultado sobre si quieren o no a la prensa allí presente, pues se escucha un estruendoso sí. Y es allí donde Jackeline vuelve a poner la torta y alega que ” esa prensa es de derecha” .
VIDEO:
“No importa” le gritan. Y alguien más pregunta con rabia e indignación que dónde está VTV. Y aquí vale la pena extenderse. El chavismo de a pie, que vive del 15 y último, y que padece los estragos del peor gobierno que se recuerde en esta tierra de gracia, ya sabe que no puede contar con los medios pesuvizados para expresar sus quejas. Son medios del gobierno, y no del pueblo.
Por eso ya no se comen el cuento de que los medios privados son instrumentos de “la derecha” y que por lo tanto no deben estar allí donde el descontento endógeno se exprese con fuerza. Todo lo contrario, necesitan de esa “prensa de derecha” para que al menos se haga sentir su protesta, y para que, con todas las limitaciones que implica estar bajo el mando de un gobierno autoritario, algo salga a la luz pública.
La cara de Jackeline dejó ver el espanto que le produjo cuando una trabajadora le mostró la “comida” que le dan como almuerzo. Pobre Jackeline. Ella no es responsable de la política económica hambreadora ideada por el español Serrano y seguida por el gobierno de Nicolás Maduro. Pero le hace el juego al tratar de expulsar a periodistas que simplemente están cumpliendo con su trabajo.
A quienes se siente burlados por sus patronos rojos rojitos los tiene cansados ya la cantaleta de qué hay una prensa “de derecha” que se aprovecha de los problemas para hacerle daño a la “revolución”.
Ellos sufren en vivo y en directo el calvario diario de tener que soportar una gerencia inepta, irresponsable y, sobre todo, desgastada, que solo funciona para obligarlos a marchar y votar y los somete al vejamen de que se les condicione el llamado Clap y la obtención de beneficios a que se queden tranquiitos y ni piensen en quejarse.
Pero cada vez esos artilugios les funcionan menos. Y por eso se desesperan y se asustan tan solo son imaginar que la prensa pueda entrar a conocer de manera directa la realidad laboral y social en el sector público . De allí esa orden tan odiosa y antidemocrática de expulsar a la prensa de los espacios del sector publico que el PSUV y ahora Somos Venezuela han convertido en su pateadero.
No solo son un desastre gobernando. Lo peor es que de las pocas cosas que saben hacer bien una de ellas es censurar.
¿Te acuerdas Jackeline cuando el Movimiento 80 de la UCV, que enfrentaba al decano Piar Sosa, de Ingeniería, le exigía a la prensa que dijera la verdad? Que pena! Ahora tu le exiges que se salga. El poder cambia a la gente. O no. La muestra tal y como es.