Si, por ejemplo, se encuentra a un marinero en posesión de marihuana a bordo de un barco militar, el capitán de dicho barco le puede imponer las siguientes sanciones: reducción de la paga a la mitad durante dos meses, ser degradado de rango, someterse a una corte marcial, 45 días de tareas extras y 45 días de arresto en el barco, 60 días de arresto, expulsión del servicio militar o estar tres días en el calabozo a pan y agua. Ante este abanico de sanciones, muchos capitanes prefieren imponer el pan y agua como alternativa menos cruel para pequeñas sanciones.
Los marinos sujetos a esta sanción pueden tomar todo el pan y agua que deseen y pedir libros para leer en el calabozo. En algunos casos también se les somete a exámenes médicos para comprobar si están en condiciones de ser sometidos a esa sanción.
Sin embargo, hay casos como el del comandante del USS Shiloh, que fue noticia por su uso indiscriminado de esta pena, desmoralizando a su tripulación. El capitán Adam Aycock usaba esta pena con tanta frecuencia que el resto de la Armada se refería irónicamente a su barco como “el USS Pan Y Agua”. Según el periódico The Navy Times esta pena se usaba con cada vez menos frecuencia y era vista como una sanción arcaica por parte de la mayor parte de oficiales.
Una reforma del Código Unificado de Justicia Militar elaborada en 2016 pondrá fin a esta sanción en cuanto entre en vigor. Dentro de 5 días. Aún da tiempo a dos sentencias a pan y agua.
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