Entre los daños materiales, Protección Civil (PC) contabilizó 15 viviendas con grietas o desprendimiento de friso en los sectores El Corozo, Sabaneta, Santa Elena, Los Higuerones, Vista Alegre, Alberto Carnevalli, Monseñor Moreno, Rómulo Gallegos, El Añil, Los Limones, y en la Avenida Táchira, 8 unidades educativas con grietas en paredes y columnas, el hospital tipo II San José de Tovar y el núcleo de la Universidad de Los Andes (ULA).
El director de PC-Mérida, Manuel Paredes Carrizo, informó que hubo daños en el centro asistencial de Tovar, como agrietamiento de las paredes, desprendimientos de algunos frisos y piezas de cerámica en el pasillo que da acceso a los servicios de cocina, lavandería y suministros.
José Escalante, coordinador de PC-Mérida en el valle del Mocotíes, informó que la zona del hospital donde se registraron los daños presenta desde hace meses problemas de humedad por filtración de agua.
El equipo de PC junto a Bomberos Mérida, también evalúan la estructura de la iglesia de Nuestra Señora de Regla ante la información de que la misma sufrió daños con el sismo.
En las ocho unidades educativas donde se agrietaron paredes y columnas, las clases fueron suspendidas, al igual que en el núcleo de la ULA, donde el desprendimiento de friso y de algunos bloques cayó sobre el debilitado techo, originando que el mismo se desprendiera en algunas partes.
En la mañana de este martes PC-Mérida había evaluado al menos 28 estructuras.
El sismo se sintió en las poblaciones del valle del mocotíes como Tovar, Bailadores, Santa Cruz de Mora y Zea, donde se contabilizaron tres unidades educativas afectadas, una en Zea y dos en Bailadores.
Es la segunda ocasión en cuatro meses que se registra un sismo en el valle del Mocotíes causando daños a las estructuras. En noviembre de 2017 se produjo un sismo en Tovar de 4.8 en la escala de Richter.
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Nora Sánchez