La repentina salida del candidato de la Mesa de la Unidad Democrática rumbo a España generó no sólo un abanico de dudas para el futuro político en Venezuela, sino que usuarios en redes sociales aprovecharon para compararlo con Juan Guaidó.
¿Guaidó 2.0? Aunque ambos opositores salieron del país en circunstancias no favorables y lograron reconocimiento internacional pese a la permanencia de Nicolás Maduro en Miraflores, politólogos advierten las diferencias entre los dos dirigentes.
María Alexandra Semprún, profesora de Ciencias Políticas, comenta que hay dos diferencias “fundamentales” entre ambos: La primera de ellas, Guaidó fue nombrado mediante “un camino constitucional, un instrumento jurídico”, que fue utilizado en su momento para investirlo de “legitimidad jurídica” ante la comunidad internacional.
Tal instrumento jurídico está basado en una interpretación de los artículos 233 y 333 de la Carta Magna, por medio de los cuales Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional en 2019, se juramentó ante miles de personas en una manifestación durante el 23 de enero del año que cursaba.
Esto, basándose en el no reconocimiento de Nicolás Maduro como legítimo ganador de las elecciones presidenciales en 2018. Aunque la propuesta del político de Voluntad Popular (VP) fue aceptada por Estados Unidos y más de 50 países, se mantuvo el Gobierno actual en el poder y el opositor terminó fuera del país.
Desgaste acelerado
El politólogo Osnel Gómez, expresa que antes de comparar a los personajes, es necesario considerar que los dos contextos políticos que provocaron su exilio son distintos.
La profundización y polarización política en el país actualmente son mayores (que en el 2019), lo que ha traído consigo un proceso de desgaste acelerado entre los factores del gobierno y la oposición. Esto ha resultado en la salida repentina del país de Edmundo González, precisa.
También considera relevante considerar que los recientes acontecimientos en Venezuela, tras las elecciones del 28 de julio, provocan que “los procesos de desgaste” sean “más intensos y rápidos, y los mecanismos de presión política por parte del Gobierno son más significativos y recurrentes”.
Aun así, concluye que aunque los dos procesos que provocaron “estos dos ‘exilios forzados’ son diferentes”, el venezolano lo percibe de la misma forma desde un punto de vista emocional.
Guaidó fue una apuesta que perdió
El politólogo y profesor de la URU, Jorge Morán, considera lógico que existan comparaciones entre Juan Guaidó y Edmundo González, sobre todo porque pudiera ser posible que algunos sectores opositores planteen la idea de un gobierno en el exilio, un poco similar a la del llamado gobierno interino.
No obstante, indica que hay varias diferencias a destacar: la primera de ellas es que el gobierno interino del exdiputado de Voluntad Popular (VP) no tenía un fundamento legal y constitucional.
Fue una apuesta rupturista que perdió, de manera más o menos rápida, sus apoyos dentro de la población y pasó de ser una esperanza de cambio a una nueva decepción dentro de la oposición, resalta.
En cambio, el liderazgo de Edmundo González nació de un proceso electoral “del que sectores opositores sienten dudas con respecto a los resultados anunciados”.
Para Morán, la gran diferencia se encuentra en que, a diferencia de Guaidó, en Edmundo no recae el liderazgo opositor pese a su candidatura presidencial: “En esta oportunidad el liderazgo lo ejerce María Corina Machado, no Edmundo”, expresa. “¿Qué pasará con María Corina Machado? ¿Cómo administrará su liderazgo? No lo sabemos aún”, finaliza.
Falta de respeto
Luis Rendueles, graduado de Ciencias Políticas y Consultor Político, piensa que la comparación entre ambos opositores “es una falta de respeto”.
El consultor concuerda con su colega Osnel Gómez y puntualiza que la única similitud que podría haber entre ellos es que en situaciones difíciles, “tomaron decisiones que causaron decepción y tristeza en algunos sectores de la oposición. Pero son circunstancias muy distintas”.
El país de 2024 no es el mismo de 2019. Yo reconozco el trabajo de un señor de 75 años que, de la noche a la mañana, abandonó sus comodidades, puso en riesgo la vida y de su familia, para ser el candidato tapa de la oposición, manifiesta.
Para Rendueles, las decisiones tomadas por González Urrutia tienen amplio “mérito” y tiene que ser reconocido por ello. “Lo que no está bien es la forma de comunicarlo, y no soy su detractor por (así) decirlo, concreta.
La gran diferencia es de origen. Edmundo González Urrutia es un presidente electo obligado al exilio, tras ganar una elección: mientras que Juan Guaidó fue auto juramentado por una interpretación de la Constitución, sopesa el politólogo.
A comparación de 2019, considera que “la represión” es mucho más intensa en la actualidad, “sin menospreciar lo que sufrieron esos dirigentes quienes, por cierto, hoy muchos están en el exilio”.
El nivel de amenaza y persecución no había llegado nunca a este nivel. Hacer política en Venezuela es un acto de coraje y valentía.
Carlos Hernández – Versión Final