Un especialista en urología comentó que “la teoría más aceptada, hoy en día, es que se produce por microtraumatismos repetidos en el pene durante las relaciones sexuales que originan una cicatriz inelástica que causa la incurvatura en hombres con una susceptibilidad genética”.
Aunque no existen datos concluyentes del número de hombres que padecen la enfermedad de La Peyronie, el especialista mencionó que “es posible que afecte entre el 3% y 4% de la población masculina”.
ALCANCE PSICOLÓGICO Y SEXUAL
La voz de alarma que sirve a los varones para detectar a tiempo esta enfermedad es el dolor y la apariencia del pene. Es decir, “muchos hombres empiezan a tener un dolor inespecífico en el pene tanto en reposo como en la erección; otros, sin ningún motivo aparente, refieren presentar una curvatura del pene que se va acentuando en las siguientes semanas. Al principio, no le suelen dar mucha importancia, pero con el paso de los meses esta curvatura puede ser importante hasta el punto de llegar a dificultar las relaciones sexuales”, explicó el especialista.
Asimismo expresó que esta patología puede tener consecuencias para la salud global de los varones: “Aparte de las consecuencias físicas, también hay una repercusión psicológica importante en muchos hombres”.
NOVEDADES QUIRÚRGICAS
La enfermedad de La Peyronie puede tener una gran repercusión en la vida del paciente y hay pocas opciones de tratamiento: “La colagenasa es la única opción médica aprobada y tiene unas indicaciones muy específicas y la cirugía es el tratamiento definitivo para los pacientes con curvaturas significativas”, señaló Peinado.
Sin embargo, en las últimas semanas se ha dado un paso hacia adelante en el tratamiento gracias a la publicación de un estudio multicéntrico prospectivo de pacientes con enfermedad de Peyronie intervenidos mediante la técnica de incisión o excisión parcial de placa con injerto de colágeno-fibrinógeno-trombina en el que ha participado el doctor Peinado junto a los principales grupos a nivel nacional dedicados a solucionar esta patología y coordinado por el equipo del Hospital Puerta de Hierro de Madrid.
“Cuando el tratamiento de inyecciones con colagenasa no es viable hay que plantear la cirugía. Hay varias técnicas para corregir la curvatura, pero si la misma es superior a los 60 grados se debe ir a la zona de la albugínea de los cuerpos cavernosos, que es donde se produce la placa. Dado que el paquete vasculonervioso del pene está justo encima, hay que abordar la placa entrando desde abajo; se realizan unas incisiones paralelas a la uretra y se progresa con mucha precisión hacia arriba para levantar los nervios y las arterias del pene. De esta forma, no se lesionan y permite un abordaje directo de la placa: se abre con bisturí y se elimina parte de la misma para liberar de tensión esa zona del pene. El defecto que queda se recubre con un injerto”.
Fuente
Con información de A Tu Salud