En reuniones previas los representantes de los bancos manifestaron su malestar por esta disposición en un país donde existe una profunda crisis financiera y en el que las tasas de interés no le “dan ni por los tobillos” a la inflación.
El Banco de Venezuela fue el primero en ajustar los límites y luego se han ido incorporando algunas entidades privadas como el banco Mercantil.
Algunas otras han informado en sus redes sociales que realizan los estudios para ejecutar los aumentos correspondientes.
Algunos límites se mantienen anclados en cantidades irrisorias de 20 y 30 mil bolívares con los que no se compra ni una galleta en el mercado nacional.