Los diablos rojos quisieron marcar desde muy pronto su terreno, que el Sevilla sintiera que estaba en un templo y ante un equipo que transpira historia. A los cinco minutos de partido Lukaku ya había avisado con el reloj apenas por encima de los 60 segundos, Sergio Rico había sacado un remate de Rashford y Banega andaba ya con una amarilla.
Pero el Sevilla no se amedrentó, cogió la pelota y a partir de ella rebajó la pulsaciones de la noche. Así, el partido viró hacia lo esperado, juego directo de los ingleses en busca de Lukaku y juego al pie del Sevilla, penalizado por las imprecisiones del Mudo, para llegar cerca del área en la que la figura de De Gea imponía su ley con el recuerdo de lo ocurrido en Nervión.
Ese peligro que no veía De Gea lo solventó bien Sergio Rico ante un zurdazo potente de Fellaini en uno de esos acelerones que tanto gustan a en Inglaterra. Sofocado ese momento de rabia de los de Mou apareció el descanso para dejar todo por solventar.
El gol a precio de oro
Montella decidió cambiar a Muriel por Ben Yedder. Y el primer balón que tocó el franco-tunecino lo colocó en la red para cerrar una jugada perfecta del Sevilla: robo en su campo N’Zonzi, salida rápida con Banega, conexión con Sarabia y lección del madrileño. Pablo encaró, se paró el tiempo justo y puso la pelota franca para Ben Yedder.
Ese gol era oro, porque el United necesitaba dos goles para estar en cuartos. Entonces fue cuando Mourinho se acordó que tenía talento en el banquillo.
De su mano entró Martial, pero la reacción de Mourinho provocada sólo por verse con el marcador en contra tuvo como respuesta el segundo tanto del Sevilla. La firma volvió a ser de Ben Yedder con un remate de cabeza que esta vez los milagrosos reflejos de De Gea no pudieron salvar.
Estaba hecho, el Sevilla después de 60 años estaba en los cuartos de final. Pero, como lo que mejor sabe es lo que se sufre, Lukaku firmó un golazo para que su equipo intentará en 10 minutos lo que no había querido hacer en 170. Porque en ese rato el Manchester United se acercó más al gol que en toda la eliminatoria.
Pero la historia estaba escrita. Y hasta pudo ser más bella porque Ben Ydder perdonó el hat- trick el Old Trafford, como si tan poco fuera plan de abusar.
La Roma suda el pase ante el Shakhtar
El gol de Dzeko, tras un pase formidable de Strootman desde la medular, dejó en nada el 2-1 de la ida en Ucrania.
La Roma sufrió la clasificación pero está en la siguiente ronda. Monchi disfrutará de sus primeros cuartos. Cuarta vez en la historia que los italianos se meten en esta ronda. Fiesta en el Olímpico.
Fuente
Miguel Ángel Lara / Jon Prada