Caracas.- El apoyo de China a Venezuela ha beneficiado a la gente común y ha sido bien recibido, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático después de que Washington acusó a Pekín de ayudar al Gobierno del presidente Nicolás Maduro a través de préstamos turbios a cambio de petróleo.
En un discurso ofrecido el viernes en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, el principal diplomático económico del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, David Malpass, dijo que el interés de China en las materias primas y sus acuerdos de financiamiento han perjudicado, y no ayudado, a los países de la región.
Su ataque contra el rol de China de ayudar al Gobierno venezolano se produjo un día después de que el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, planteara, poco antes de iniciar una gira de cinco días por América Latina, la posibilidad de un golpe militar en la nación petrolera.
En declaraciones dadas en Pekín y recogidas por la agencia Reuters, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, dijo que la cooperación financiera entre ambos países fue establecida por empresas y organismos financieros de las dos naciones bajo principios comerciales de beneficio mutuo.
Los préstamos cumplen totalmente los estándares internacionales y beneficiaban a la población local, agregó.
“Lo que dijo Estados Unidos es infundado y extremadamente irresponsable”, sostuvo Geng, que agregó que la cooperación entre China y Venezuela permitió la construcción de más de 10.000 casas de bajo costo, además de generación de electricidad y la subvención de electrodomésticos para 3 millones de hogares venezolanos con bajos ingresos.
“La cooperación entre China y Venezuela ha promovido favorablemente el desarrollo socioeconómico de Venezuela y ha sido bien acogida y apoyada por todos los niveles de la sociedad”, dijo Geng. “Una Venezuela estable está en consonancia con los intereses de todas las partes”, agregó.
Desde 2007, China ha prestado más de 50.000 millones de dólares a Venezuela a través de acuerdos petroleros, lo que ha ayudado a Caracas a reducir su dependencia de los mercados energéticos estadounidenses. Sin embargo, el flujo de fondos desde Pekín se ha desacelerado desde 2014, cuando un exceso de oferta de crudo provocó un colapso en los mercados.
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