El equipo ha analizado los resultados de 30 ensayos controlados en los que participaron un total de 2.488 personas que siguieron una dieta de bajo índice glucémico.
Los participantes comieron una media de 3,3 porciones de pasta por semana en lugar de otros carbohidratos, y cada porción era equivalente a media taza de pasta cocida. Los resultados revelan que los individuos perdieron alrededor de 0,5 kg durante 12 semanas, de forma que la pasta no favoreció el aumento de grasa corporal.
La conclusión de este trabajo apunta que la pasta, en el contexto de patrones dietéticos de bajo índice glucémico, no solo no supone un aumento del tejido adiposo, sino que además favorece la pérdida de peso.
Fuente
Con información de Computer Hoy