La empresa funciona en Esparza, una comunidad ubicada a 100 kilómetros al oeste de la capital, y emplea a 277 trabajadores. El Banco Nacional costarricense cerró las cuentas de la firma venezolana, luego de que el Departamento del Tesoro alertase en mayo pasado sobre el presunto uso de la firma para el lavado de dinero, reseñó DPA.
El cierre del 13 de junio pasado afectó cuatro cuentas de la empresa y dos del Ejecutivo venezolano, dijo el diario “La Nación”. Debido a dificultades para obtener materia prima, dada la crisis que golpea a Venezuela, Alunasa incurrió en atrasos en pagos salariales y en el cumplimiento de sus obligaciones con la Caja Costarricense del Seguro Social.
No obstante, la firma hizo contactos con autoridades del Ministerio del Trabajo y del anterior Gobierno, para tratar de buscar una salida a la crisis. El responsable jurídico de la empresa, Carlos Peña, explicó que el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, le comunicó a los ejecutivos, cuando fue a Costa Rica al traspaso de poderes en mayo pasado, que Alunasa se queda en Costa Rica a “toda costa”, pues es un proyecto del Estado venezolano, cuya misión principal es realizar una “función social” en la comunidad donde opera.
Fuente
Con información de la DPA