Tutu es reconocido por su activismo contra el régimen de segregación racista del “apartheid”. De hecho, su labor lo llevó a ganar el premio Nobel de la Paz en 1984.
Mediante un comunicado, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, confirmó el fallecimiento del respetado religioso anglicano y envió sus condolencias a la familia Tutu.
“La muerte del arzobispo emérito Desmond Tutu es otro capítulo de pérdida en el adiós de nuestra nación a una generación de destacados sudafricanos que nos legaron una Sudáfrica liberada”, señaló el mandatario en el texto.
El presidente describió a Tutu como un “patriota sin igual”.
Además, señaló que fue un “hombre de un intelecto extraordinario” que mantuvo su integridad en la lucha contra las “fuerzas del apartheid”.
Incluso en democracia, destacó Ramaphosa, Tutu mantuvo el “vigor” y la “vigilancia” del liderazgo para exigir responsabilidades a las instituciones.
Galardonado con el premio Nobel de la Paz en 1984 por su lucha contra la brutal opresión racista del apartheid, a Tutu se le considera una de las figuras clave de la historia contemporánea sudafricana.
Su trayectoria ha estado marcada por una constante defensa de los derechos humanos. Esto lo llevó a desmarcarse en numerosas ocasiones de la jerarquía eclesiástica para defender abiertamente posiciones como los derechos de los homosexuales o la eutanasia.
En los últimos años se había mantenido alejado de la vida pública debido a su avanzada edad. Pero, principalmente, a los problemas de salud que arrastraba desde hacía años, incluido un cáncer de próstata.
Con información de la EFE