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DÍA DE LAS MADRES / El día de mi “amá”: Doña Petra

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día de la madre
Iglesia de San José de Tiznados, el pueblo de Doña Petra.

Definitivamente hoy me uno enteramente a la celebración del día de las madres. Aunque debo aclarar, que a pesar de la rememoración de este hermoso día, yo celebro todas las horas de mi vida que tengo una madre

Que esa madre es muy especial. Es especial porque ella ha cuidado de todos los detalles para cumplir a cabalidad con su rol. El rol de progenitora, de maestra en las artes de la formación doméstica. Dicho esto, voy a tratar de delinear en pocas palabras unos breves rasgos biográficos de Doña Petra M. de Ortega.

Nace en San Francisco de Tiznado el 23 de octubre de 1943 en medio de un ambiente absolutamente rural que contaba con una escasa población, particularmente cálida y con fuertes manifestaciones de empatía hacia los semejantes.

Eran sus padres: Juan de la Cruz Moreno, y Margarita Ortuño de Moreno. Además de la biografiada, el hogar de los Moreno, lo conformaban seis hijos más.

Su efímera infancia, interrumpida por la imposición de ser  hija mayor, prácticamente no le permitió dedicarse a los juegos característicos de la tierna niñez, y en oposición a ello, tuvo que compartir los trabajos diarios de la vida adulta con sus padres.

En medio de esa inocencia complicada por el arduo trabajo, en los días mañaneros, escoltaba a sus hermanos a la escuela, mientras que la interminable rutina, le impidió compartir las aulas escolares, sobre todo porque aquella ruda actividad, tenía que ser compensada con más trabajo, como los de esos días en que también debía llevar los alimentos diarios a la peonada durante las horas del trabajo agrícola dirigido por su padre.

En ese trance, la monotonía apenas era interrumpida por el himno musical de la llanura: el grito del silencio, el eco de las profundidades de la soledad, el maullar de araguato, el cantar del pajarito… Solo le acompaña, el espesor de la arboleda, que albergaba un sinfín de vida animal.

Esa rígida monotonía irá moldeando en ella un temperamento indomable, que le hará fuerte, porque le esperan años en los en que tiene que responder con grandeza a una cadena de adversidades, muy difícil de enfrentar…

Siendo una infanta, contrae nupcias eclesiásticas con Wenceslao Ortega, y durante su vida matrimonial, tiene que seguir siendo fuerte para poder emprender la ruta del cónyuge.

Como le mueve una gran vocación de ser madre, ella concibe a sus hijos. Siendo el casamiento breve, enviudase. A partir de allí, tiene que refundar su nueva vida, ahora sola, y con la responsabilidad absoluta de criar y formar a sus pequeños.

Durante la dureza de las horas diarias, tiene que conjugar la crianza de los críos, con el trabajo duro que la sustenta. Como la faena se perpetua, el descanso no le será muy permitido.

Ello la obliga interrumpir muchas veces sus horas de sueño,  para poder cincelar los difíciles planes del sostenimiento del pesado hogar.

Pesado porque no podía ser de otra manera, está sola, por lo que tuvo que construir una fuerza interna alentadora. Aun así,  disfrutaba de ser madre, mientras el esfuerzo consumía sus fuerzas físicas. Por lo que debe superponersea todo. Está consciente que debe reconstruir sus esfuerzos para emprender el interminable compromiso de madre consagrada.

Su estatura y sus manos laboriosas son pequeñas, pero  la responsabilidad le hace gigante para enfrentar la lucha, lo que causa admiración en otros. Está consciente que debe dignificar su hogar, y aunque la amenaza el naufragio de los avatares, siempre sabe responder, aunque ello signifique el desgate físico que más adelante pasará facturas a nivel de salud.

Como la vida escolar no estuvo dada  a su disposición, y sabe las consecuencias que ello acarrea, se propone impedir que sus hijos, vivan esa misma experiencia. Entonces idea inverosímiles estrategias.

Ella nos enseñó a leer y a escribir, sin conocer las letras. Nos hizo profesionales, siguiendo los impulsos de haber sido alumna de la universidad de la vida, esa que forma a pulsos severos. … Sin embargo, sabe trazar las escrituras en las páginas de la vida.Aquella que enseña con la prueba y el dolor de las vicisitudes incomodas.

Ajena a la presunción, durante largos años de su existencia ha venido escribiendo una historia heroica y generosa, y así sigue plasmando letras del compromiso… letras de grandeza, letras de amor infinito…

El libro en el que escribe su historia, puede ser consultado. Allí se encuentra la clave de la sabiduría, y como sus líneas han sido muy bien trazadas con amor y con firmeza, sus textos son de fácil lectura. Allí nos orienta y nos guía. Nos invita a luchar…a seguir adelante, aunque la vida a veces parezca ser un imposible!

En el contenido de ese libro, en el que aun,  sigue plasmando su escritura, ella no deja de mostrar su fortaleza. Fortaleza que ha confirmado cuando sin haberlo pensado, y aun habiendo luchado con fuerzas para que sus hijos la superen en la sobrevivencia, ha tenido que enterrar parte de las semillas de su vientre santo.

Sin embargo, como la precede el valor y la fuerza que Dios le ha otorgado, responde con estoicismo, emulando el valor que tuvo María, la Virgen, cuando le correspondió presenciar la muerte de su amado hijo Jesús. Aquella que contempló y siguió con devoción la voluntad de Señor….

Por lo que Doña Petra, ha tenido que lidiar con una huella dolorosa en su sentir de madre abnegada. Sin embargo, se resiste a derrumbarse absolutamente ante la ausencia de sus hijosya fallecidos: “G”, “Chiche” (Wenceslao) y “Men” (Víctor), porque está consciente que sigue siendo madre y abuela… Ella se fortalece con sus rezos diarios, mientras mira el horizonte y nos inspira…! Inspiración que nos transfiere y nos fortifica….

El Día de hoy, a ella la agobian los dolores de los pesares de las enfermedades heredadas de una vida austera, pero se niega a caer, y se mantiene erguida aunque le cueste. Mientras tanto, mira el horizonte, reza, y espera con una tenue sonrisa, porque sabe que a pesar de toda esa rudeza, siempre ha tenido la compañía de un Dios que no castiga, de un Dios que premia, que recompensa…

Mientras contemplo la aurora en la horas calladas que de dan paso al nuevo día, comprendo que  jamás podría compensar una entrega tan definitiva, tan sacrificada. Ni aun teniendo varias vidas podría hacer casi nada. Eso lo pienso…, mientras que una voz del infinito me confirma el imposible…y como creo hacer muy poco, tomo las horas de mi vida, y le rezo a Dios y a la Virgen María.Con esa alianza me quedo, porque es la que me da consuelo… Consuelo que mi vida no desestima…

Bendiciones a mi llano (Guárico- San Juan de los Morros)! Bendiciones a la gente que ha querido y valorado a mi madre! Soy débil ante esto! No puedo más…!

En Las Colinas de Bello Monte. Caracas, 7 mayo de 2022, en medio de una noche alentadora y mirando  la imagen de la Virgen de Coromoto, que es mi compañía inspiradora!

Prof. Willmen R. Ortega Ortuño.

Foto: Yeili Colmenares. Tomada http://sanjuandelosmorros.blogspot.com/2009/03/fachadas-de-san-jose-de-tiznados.html

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