La señora Deria Sotelo, encargada de una venta de garaje afirmó que hace tres años desde que comenzó la escasez de efectivo y la hiperinflación, inició un pequeño negocio que ha ido creciendo poco a poco porque se ha convertido en una opción viable. “Por aquí pasan hasta estudiantes de universidad, enfermeras, empleados públicos y ahora en la temporada de carnaval vendo disfraces desde 150 hasta 400 y acepto transferencias”.
Ramón Figuera
El Tubazo Digital