Los cursos de agua dulce ubicados al norte del río Orinoco -especialmente en sus llanuras occidentales- y los encontrados al este del estado Bolívar, en la zona del Esequibo, serían los más afectados en el escenario del aumento de la temperatura y la reducción de las precipitaciones, según se consideró en el artículo “Escenarios de Cambio Climático y la Conservación de los Ríos de Venezuela”, publicado en el texto Ríos en Riesgo de Venezuela 1.
El estudio fue realizado por el investigador del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), Carlos Méndez, quien evaluó el impacto provocado sobre los principales ríos del país, ante dos posibles escenarios climáticos.
“Todo el sistema hidrológico en la cuenca del río Apure es susceptible a sufrir grandes sequías en el futuro, si no se logra detener el calentamiento, por presentar una combinación de extremos climáticos como la disminución de las precipitaciones y el aumento de la temperatura”, explicó Méndez.
Los ríos ubicados al sur del territorio venezolano sufrirán menos impactos a causa del cambio climático, pues no se espera que se registre una modificación tan drástica en las precipitaciones.
Los resultados apuntaron a una diferenciación de los efectos sentidos, dependiendo del lugar del país en el que se encuentre el río.
Se determinó que los efectos del cambio climático serán de diferente índole y escalas entre las que se incluyen física, química y biológica. El fitoplancton, los invertebrados y hasta grandes vertebrados acuáticos y terrestres serán afectados por las modificaciones en el patrón climático.
Los ríos de Apure
Los cursos de agua dulce han cambiado notablemente. La sobrepesca, la modificación del paisaje y la actividad humana en la frontera han originado modificaciones drásticas en estos paisajes, transformando la dinámica del ecosistema y mermando la capacidad que tienen estos de proveer de bienes y servicios.
La sedimentación de los cauces, la contaminación a causa de las aguas servidas y la actividad minera son los factores más importantes que amenazan la salud de los recursos hídricos en el estado Apure, considerados los más productivos del país en cuanto a pesca y a productividad biológica.
“Los ríos de Apure provienen de los Andes o de la cordillera andina de Colombia y otros se originan en nacientes en la mitad de las sabanas. Son ríos que por su procedencia tienen diferentes características. Mantener ese mosaico natural es un privilegio nacional pues es una zona muy rica y aporta sedimentos y agua a la cuenca del río Orinoco”, destacó el investigador del IVIC y autor de uno de los capítulos de Ríos en Riesgo de Venezuela 1, José Vicente Montoya.
A pesar de que los ríos tienen una capacidad natural de purificación, ésta puede agotarse cuando se sobrepasa la carga de compuestos orgánicos persistentes asociados a insecticidas y otros agroquímicos.
El equipo dirigido por Montoya evaluó 10 ríos de la entidad apureña. Además de los estudios biológicos y químicos se recopiló información sobre todos los aspectos sociales y de gestión de territorio asociados a la problemática de contaminación.
Fuente