Se trata del RCS o Rich Communications Services (Servicio de Comunicaciones Enriquecidas). A diferencia de WhatsApp, los RCS no son una aplicación de mensajería, sino una evolución muy mejorada de los SMS, que llegan integrados en el equipo, de fábrica y en el menú del móvil.
Sus funciones van desde los mensajes tradicionales, con indicadores de escritura y confirmaciones de lectura, hasta mantener conversaciones individuales o grupales, compartir archivos de texto, fotos y videos en alta resolución o mantener una videoconferencia. De hecho, todas estas funciones están integradas en el menú de llamadas, así que no hay necesidad de ir cambiando de aplicación en aplicación.
Los RCS son fruto de un acuerdo entre operadores de telecomunicaciones (Telefónica, Vodafone, Orange, América Móvil, Sprint y otros muchos), fabricantes de smartphones (Samsung, Huawei, Sony, LG, entre otros) y Google, que lo ha integrado en su sistema operativo Android.
Las características de los RCS hacen que no requieran de Internet para su uso, lo que además brindaría a los usuarios mayor seguridad frente a eventuales caídas de la red y problemas que los operadores puedan experimentar al respecto.
Se calcula que para este año los RCS ya empiecen a ser utilizados por unos 220 millones de usuarios, cifra lejana a los más de 1.000 millones con los que cuenta WhatsApp, pero que se espera vaya subiendo gradualmente.
Este servicio, entonces, solo estará disponible para dispositivos con sistema Android, puesto que Apple (con sus iPhone de sistema operativo iOS) no hizo parte de esta alianza.
En esta gran apuesta, gracias al acuerdo con empresas como América Móvil, Telefónica, AT&T México y Oi, se espera que para el primer semestre de 2018 ya se evidencien buenos resultados en importantes mercados de Latinoamérica.
Fuente
Con información de El comercio