Una de las principales consecuencias es un dolor muy intenso, particularmente durante el período menstrual, tanto que afecta las actividades cotidianas, y por ende la calidad de vida.
“Produce dolores tan fuertes que son invalidantes porque a veces no pueden ni levantarse, ni ir a trabajar o llegan a la guardia con mucho dolor porque se les rompió un quiste endometriósico”, señaló el ginecólogo Santiago Orrico. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no hay evidencia alguna sobre una asociación entre esta patología y la enfermedad oncológica.
“Afecta la calidad de vida porque impacta mucho en la vida social, laboral y sexual”, afirmó el doctor Antonio Martínez, especialista local en fertilidad, quien además es vicepresidente de la Sociedad Argentina de Endometriosis.
Sostuvo que “hay mujeres a las que les afecta tanto que las traumatiza”, algo que pudo confirmar Los Andes cuando intentó buscar testimonios, ya que las consultadas prefirieron no hablar.
El profesional señaló que la Comunidad Europea la considera una enfermedad social y es una de las enfermedades ginecológicas con mayor incidencia.
Se trata de “una afección en la que se encuentra tejido similar al revestimiento interno del útero (llamado “endometrio”) fuera del útero, donde induce una reacción inflamatoria crónica que puede producir cicatrices. Se encuentra principalmente en el peritoneo pélvico, en los ovarios, en el tabique recto-vaginal, en la vejiga y el intestino”, detalla el sitio endometriosis.org, que tiene información específica sobre el tema avalada por profesionales médicos.
Aclara además que rara vez se ha encontrado en el diafragma y en los pulmones.
La franja etaria pico en que aparece es entre los 25 y los 35 años, sin embargo puede aparecer en mujeres más jóvenes.
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