El 16 de enero a las 3:00 am Berrío Ruiz, que hacía cola junto con otros vecinos para comprar pan, fue atacado por una turba de personas en las adyacencias de una panadería situada en la entrada de la avenida principal de Manicomio-Lídice.
El joven, de 23 años de edad, estaba acompañado por dos familiares, y ese día, como de costumbre, amaneció en la calle para ocupar los primeros puestos en la cola.
Berrio Ruiz recibía tratamiento médico para controlar los ataques de epilepsia que eran recurrentes ante situaciones de estrés, por lo que decidió apartarse de la cola para tomarse la pastilla y recostarse un rato en un rincón de la calle, cercana al establecimiento comercial.
Su calma fue truncada por los gritos y amenazas de un grupo de personas que lo rodeó y sin motivos le prendieron fuego. Berrío Ruiz se levantó del suelo y con desesperación iba de un lugar a otro, mientras clamaba por ayuda.
Parientes lograron apagar las llamas con trapos y los demás presentes solicitaron los servicios de un carro para trasladarlo al centro asistencial más cercano, relataron bajo reserva de sus nombres.
La estadía de Berrío Ruiz se prolongó en la unidad de cuidados especiales para quemados, al tiempo que era tratado por otros especialistas para evitar ataques repentinos y convulsiones violentas, causados por la epilepsia.
Su cuadro de salud desmejoró gradualmente. Sus familiares tenían limitaciones económicas para cubrir el tratamiento requerido durante los días de hospitalización de Berrio Ruiz. “A los hospitales hay que llevar todo; si te enfermas en esta Venezuela de hoy difícilmente te recuperas porque hay carencia de todo. Además, los precios de las medicinas varían de un lugar a otro, no recibimos donaciones”, manifestó un pariente de la víctima.
Jofre Berrío Ruiz murió el martes a las 5:30 pm. “No aguantó tanto sufrimiento”, dijeron sus padres.
Amenazas
Hacer cola para la familia Berrio Ruiz se convirtió en una rutina diaria. Indicaron que Catia es una zona comercial donde el expendio de alimentos y productos de primera necesidad se vende según el último número de la cédula de identidad
El lunes 15 de enero, mientras las personas de la comunidad estaban en la cola, hombres a bordo de motos les gritaban: “Si siguen haciendo cola, los vamos a robar y un día después quemaron a mi hijo”, contó la madre.
Fuente
Rosibel Cristina González