Las refinerías de PDVSA se han visto afectadas principalmente por el declive en la producción petrolera de Venezuela, que ha dejado a esas unidades sin suficiente crudo para procesar los combustibles que demandan el mercado interno y los clientes internacionales.
La disminución en las exportaciones restringe el flujo de efectivo y provoca retrasos en la compra de repuestos y equipos para cumplir con los mantenimientos programados, al tiempo que limita la compra de productos importados, diluyentes y materias primas.
La red de refinación de PDVSA prevé procesar 701.000 bpd de crudo venezolano e importado el mes próximo, un volumen ligeramente superior al promedio del año pasado de 660.000 bpd, según indicó el informe de la firma.
El consumo de combustible del mercado interno venezolano, que superó los 700.000 bpd hace una década, ha disminuido tras cinco años de recesión económica y PDVSA estima que el mercado interno consumirá cerca de 425.000 bpd en marzo.
No obstante, debido al bajo nivel de refinación de las unidades de PDVSA y los compromisos de pago con petróleo por préstamos que acordó la compañía, la estatal calcula que necesita importar 293.200 bpd de productos, diluyentes y crudo en marzo, agregó el reporte.
El año pasado, Venezuela enfrentó una escasez intermitente de gasolina y otros combustibles por los crecientes problemas operacionales.
Desde diciembre, PDVSA incrementó sus solicitudes para comprar crudo y combustibles importados en el mercado abierto y la semana pasada otorgó licitaciones para comprar petróleo ruso, mezclas de gasolina, nafta catalítica, y otros componentes, según las ofertas consultadas por Reuters.
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