Según Reuters, el BCV habría enviado el dinero necesario para recuperar 450.000 onzas de oro a sus reservas internacionales que estaban en garantía por una operación de canje.
Citibank declinó hacer comentarios sobre la operación y la autoridad monetaria venezolana no respondió de inmediato a una solicitud de información, dijo la agencia.
A enero de 2018 las reservas de oro venezolanas se ubicaban en cerca de 150,2 toneladas, su mínimo en décadas, de acuerdo a datos disponibles en el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Entre 2014 y 2016, el Banco Central negoció con la banca global millonarios préstamos que intercambió de forma temporal por una buena porción de sus lingotes de oro.
La estrategia le permitía buscar liquidez en medio de la merma de los vitales ingresos petroleros, sin perder definitivamente el oro, que representa dos tercios de sus reservas internacionales. Pero en vísperas de pesados compromisos de deuda externa el año pasado, el BCV dejó vencer un canje acordado con el banco de inversión alemán Deustche Bank que implicaba un pago por $1.200 millones.
La decisión despertó dudas en los mercados sobre la capacidad de Venezuela para cumplir con operaciones similares ya acordadas y que, según fuentes, irán venciendo hasta 2021.
El Gobierno y Pdvsa están retrasados en cubrir cerca de $3.600 millones en intereses vencidos desde 2017. En lo que va de año, solo los tenedores de bonos de Pdvsa al 2020 y 2022 recibieron, aunque algunos con demora, sus pagos.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos prohíben a estadounidenses otorgar nueva deuda a Venezuela, pero Maduro acusa al gobierno de Donald Trump y a bancos de Wall Street de formar parte de una conspiración que obstaculiza los movimientos de dinero de su gobierno y en algunos casos congela los fondos con los que intentan pagar a sus acreedores.
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