Una de las imágenes captadas, muestra a un grupo de personas compuesto por niños, adolescentes y adultos, entre ellos una fémina, caminando cerca de las tres de la tarde bajo un sol inclemente, con una temperatura aproximada a los cuarenta grados, empujando sobre el asfalto caliente, carretones con botellones y botellas, rumbo a una laguna ubicada en la periferia del oeste vallepascuense.
En otras, una señora embarazada cargando unos recipientes plásticos, acompañada de un niño de aproximadamente unos cuatro años que también lleva en sus manos una botella, porque la falta de agua golpea por igual a todos, y los niños y las embarazadas no están exentos de una realidad que parece tornarse cada día más dramática.
Algunos se preguntarán con razón, qué pasa con las leyes que protegen los derechos de los niños y las mujeres. La Defensoría del Pueblo y la Fiscalía del Ministerio Público deben pronunciarse ante esta calamidad pública y hacer que se respeten los derechos fundamentales, porque lo que está en riesgo es la salud y la vida de mucha gente, como se evidencia de las enfermedades que están azotando a muchas personas.
Mientras tanto, en las instalaciones de la planta potabilizadora de agua de la Hidrológica Paéz, se mantiene la presencia de muchos ciudadanos de ambos sexos, sin importar las edades, unos lanzando tobos amarrados con cuerdas parecen estar pescando y otros se las ingenian de alguna manera para poder extraer del interior de dos de las piscinas, parte de lo que aún queda en su lecho, un liquido de color marrón obscuro.
En horas de la mañana convocaron a una protesta en la Gran Vía, la cual no tuvo eco en la población, quedó demostrado en la inasistencia de ciudadanos vallepascuenses, por lo que la mayoría de quienes transitaban por el lugar eran personas que debían caminar debido a la falta de transporte o porque realizaban alguna compra los locales ubicados en la parte este de la avenida Rómulo Gallegos.
Ya se cumplió más de un mes que según informaciones extraoficiales, componentes de las bombas del sistema Tamanaco están dañadas y en reparación en el estado Aragua.
Hasta ahora, quienes tienen la competencia para atender a la población en una situación de emergencia, no dan respuestas, ello lo confirma el hecho de no haber establecido un plan de contingencia para atender al menos a las familias de los sectores más vulnerables que no tienen como pagar una cisterna y buscan agua no apta para el consumo humano en pozos y lagunas de sectores suburbanos.
Escribo hoy a título personal, porque los periodistas en nuestra misión, tenemos también la responsabilidad de ser defensores de los derechos de los ciudadanos, de todos, sin exclusión alguna, además de contribuir en la disminución de todos aquellos factores que contribuyan a disminuir su calidad de vida.
Y también, porque como testigo de lo que hemos visto y percibido en el contacto con las comunidades sobre la problemática ocasionada por la escasez de agua en Valle de la Pascua, tenemos para contar una historia que llegará a su final el día que este problema sea atendido con responsabilidad; para también escribir sobre la buena nueva, y compartir la satisfacción con nuestra audiencia.
Franklin Rodríguez. CNP 1762
