“En el peor mes de su hiperinflación de posguerra, los precios húngaros aumentaron 41.9000.000.000%”, explicó el especialista a la revista The Ecomist.
De acuerdo con el catedrático, “el Gobierno de Hungría tuvo que imprimir un billete de 100 quintillones (con 20 ceros), la denominación más alta jamás producida”.
La hiperinflación es como King Kong en la parte posterior de la economía en Venezuela. Desde comprar un almuerzo, operar una empresa hasta la seguridad básica, la vida en Venezuela es apenas una subsistencia.
“Es hora de dolarizar”, considera el economista en su cuenta en Twiter en español.
En Venezuela se debe implementar un programa económico basado en la dolarización de la economía nacional, que permita eliminar oficialmente el bolívar y frenar la actual hiperinflación, planteó Hanke a principios de año a El Universal.
“Para detener la espiral de la hiperinflación, en Venezuela, se debe eliminar oficialmente el bolívar y adoptar los verdes”, continuó.
“La dolarización oficial es un elixir comprobado”.
El experto explicó que el bolívar carece de valor y su tasa de inflación anual es la más alta del mundo “8.030%”, razón por la que los venezolanos cambian sus bolívares por dólares constantemente.
Según los datos que maneja el especialista, los países que están dolarizados oficialmente producen bajas tasas de inflación, menos variables, tasas de crecimiento económico más altas y estables; si se comparan con aquellos países que tienen bancos centrales y emiten moneda local.
Reiteró que “la dolarización de la economía nacional es una condición necesaria requerida antes de poder comenzar la vivificante tarea de las reformas”.
Fuente
Betssy Santistevan Gastelú