Padrino destacó que tenía el presentimiento de que llegaría a ser la primera autoridad municipal, pues “Jehová se le había revelado y le había dado a conocer esa noticia”.
Aunque no pudo llegar al cargo por falta de votos, no se quedó en un banco a esperar que esto sucediera, y prosiguió su vida cotidiana. Actualmente vende auyamas, en la avenida Bolívar a media cuadra de la esquina de los bancos y muy cerca de la sede de El Tubazo Digital.
Nativo del estado Guárico, bachiller de la Misión Ribas, desea estudiar medicina en la misión Sucre, hoy en día se dedica a la siembra y cosecha de productos como auyama, lechosa, sedazos, entre otros productos.
Su esfuerzo y dedicación lo han llevado adelante a pesar de los dificultades, pues perdió un conuco por una plaga que se lo destruyó.
Continúa trabajando con fuerza para sacar a flote su segundo huerto en la calle La Esperanza, número 27, de la comunidad Vallecito.
Aunque no ha podido recibir una pensión por vejez, disfruta de los distintos bonos que le otorga el gobierno, así como de las entradas que le garantiza la venta de su cosecha cada día en la principal avenida sanjuanera.
Padrino se considera el candidato de los campesinos, no pierde las esperanzas de volver a aspirar la alcaldía y cumplir la profecía del Señor de llegar a ser alcalde del municipio Roscio.
Eliuska Gusmán / ECS Unerg