“Ellos mantienen ocupado un predio en inmediaciones al puente Francisco de Paula Santander, en límites entre Cúcuta y el municipio Pedro María Ureña. Allí, con niños y bebés recién nacidos, conviven desde hace meses entre la miseria y el olvido”, así lo reseñó La Opinión.
Ante estos casos, las entidades que conforman el GEM y demás autoridades como: Policía, Cancillería, Migración Colombia, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), Alcaldía y Gobernación, le han dado un trato especial a esta comunidad que se resiste a retornar a Venezuela, argumentando que en el país vecino tienen mejores condiciones de vida.
“Más de tres veces los hemos devuelto a Venezuela por Puerto Santander, pero regresan. Este asunto se está complicando cada vez más y por eso vamos a tener una reunión de carácter urgente”, dijo Muñoz.