El gobierno de Nicolás Maduro envió 4 mil reses de la producción nacional hacia Irak, como parte de la reactivación del vértice de exportación de la Gran Misión AgroVenezuela. A pesar de la necesidad que existe en el mercado nacional, producto de la crisis humanitaria y la crisis económica que actualmente atraviesa el país.
El ejecutivo nacional, durante una alocución televisiva dijo que “van directo del llano venezolano al desierto de Irak”. Este envío de ganado que salió de Puerto Cabello, estado Carabobo se convirtió en la tercera exportación hacia el país árabe.
Resaltó que “se inscribe en los planes de intercambio comercial de ambas naciones, mecanismo con el cual también se benefician los productores en el campo y toda Venezuela”.
El gobierno de Maduro y la República Islámica de Irán establecieron alianzas en distintas áreas, que tienen como objetivo la expansión y desarrollo de sus relaciones bilaterales. El principal motivo de esta unión se sustenta en “hacerle frente al bloqueo comercial estadounidense”, mismo que continúa vigente sobre ambos países.
Irán envió durante este año buques de petróleo cargados de gasolina hacia Venezuela. Además, de un buque que contenía 23.000 toneladas de alimentos, que estaban destinadas para la primera cadena de supermercados iraní en la nación sudamericana.
Aunque la intención del gobierno nacional era responder con la misma solidaridad hacia la nación árabe, lo cierto es que Venezuela atraviesa una fuerte crisis económica que conllevó al encarecimiento de los productos alimenticios.
La Federación de Ganaderos de Venezuela señaló que el consumo interno de carne fue de ocho kilogramos en 2019, lo que representa una reducción del consumo de carne bovina en un 55 % en los hogares venezolanos.
Nuestro país registraba altos índices de producción pero la situación cambió, tras la agudización de la crisis económica. Tan solo el 2019 el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) mencionó la grave caída de la ganadería venezolana que se ubicaba al cierre de ese año en 15.4 millones de cabezas.
Mientras Venezuela desciende en la producción de carne, otros países repuntan. Es el caso de México que pasó a ser reconocido como una potencia en producción, ocupando el noveno lugar entre 200 países. De los 2.000 millones de toneladas que produjeron, un importante lote se distribuyó al consumo interno per cápita que aumentó 4.8 % y representa 18.8 kilos por año.
Según los expertos en nutrición de la web Sundt, estas cifras reflejan que la gastronomía azteca se sustenta en gran parte en diferentes tipos de carnes. Además, afirman que un gran porcentaje de la población reconoce esta proteína como fuente de nutrientes y vitamina B6 y B12, considerándola un alimento necesario para el correcto funcionamiento de su organismo.
De estos beneficios alimenticios está privada la población venezolana por el alto costo de la carne. Es por ello, que la oposición lanzó fuertes críticas contra el envío que hizo Maduro a Irak, ya que estas reses son necesarias para satisfacer la demanda nacional.