Son muchas las personas que alquilan habitaciones, y por lo general suelen ser estudiantes o jóvenes trabajadores con una estancia en la vivienda temporal. No obstante, hay situaciones en las que como propietario resulta complicado actuar y hablamos de los inquilinos moros y okupas.
Cuando hablamos de inquilinos morosos, son los inquilinos que no quieren pagar la renta, cuando se trata de okupas, es la ocupación ilegal de la vivienda. En ambos casos el propietario se va a ver en la necesidad de contratar abogados profesionales para llevar a cabo el desahucio.
Hay que mencionar que el desahucio habitación es el más común en España. Por lo que cuando un inquilino deja de pagar la renta de la habitación entonces el arrendador está en su derecho de solicitar el inicio del proceso de desahucio para desalojar al inquilino.
Lo primero que debe hacer el arrendado es interponer la demanda de desahucio, la cual se puede poner incluso con una sola mensualidad impagada. De hecho, no es necesario esperar a que la mensualidad termine, ya que al momento que termina el periodo de pago, la demanda se puede llevar a cabo.
Ahora dicha demanda hay que ponerla con ayuda de un abogado y un procurador, independientemente de que tan baja sea la renta o deuda. Esto se debe a que la ley exige que ambos participen por el simple hecho de que se trata de un desahucio.
Cuando se inicia la demanda el abogado pedirá al juez que de por terminado el contrato y que ordene el desahucio del inquilino. Pero también solicitará que condene al inquilino a pagar la deuda que tiene desde el primer impago, e incluso puede que se condene a pagar las costas del proceso.
Si se admite el trámite de la demanda, entonces el juzgado emitirá el decreto de admisión. Por lo general dicho documento se suele emitir aproximadamente un mes después de presentar la demanda, y en él se encuentra establecida la fecha de juicio y la fecha del desahucio.
Luego de esto el juzgado notificará al inquilino el decreto de admisión y la demanda. Dicha notificación se hace en la vivienda arrendada y suele hacerla el servicio de correo del juzgado. No obstante, en muchos casos este servicio es bastante lento, por lo que se suele recomendar que el procurador sea quien realice la notificación de la demanda al inquilino.
Debes tener en cuenta que el simple hecho de que sea el procurador quien realice la notificación puede acelerar el proceso entre 30 y 60 días. Ahora si el procurador no puede realizar la notificación, el juzgado hará una averiguación de domicilio. En el caso de que salga un nuevo domicilio la notificación se hará en este.
Si ninguna de estas acciones es posible, la denuncia se cuelga en el tablón de anuncios del juzgado, y se tiene al inquilino por notificado, aun cuando nunca llegó a enterarse de la demanda. El inquilino tendrá un total de 10 días hábiles desde la notificación de la demanda para oponerse a la demanda, si se opone se realiza un juicio, de lo contrario no se produce y se dará la razón al abogado del propietario.
Si se produce un juicio (por lo general no duran mucho) el juez dará sentencia, y si no se produce un juicio entonces se emite el llamado decreto de archivo. Ambos documentos condenan al delito, si es el caso, a ser desahuciado y pagar deudas y costas.
El proceso termina con el lanzamiento, es decir, el desahucio del inquilino moroso. Para este acto acuden varias personas para que el arrendador pueda recuperar la posesión de la vivienda. Lo normal es que acudan dos miembros del juzgado, los cuales levantarán acta por escrito de todo lo que suceda. Esto se hace de tal forma que el arrendador va a disponer de un documento que diga que le ha sido devuelta la posesión de la habitación.
De igual forma tiene que acudir el procurador del cliente y en caso de ser necesario la policía puede intervenir, al igual que los servicios sociales y la perrera municipal. Al mismo tiempo tiene que acudir un cerrajero, el cual irá a cargo del arrendador, para abrir la habitación si se encuentra cerrada.
