Estados Unidos.- Los Golden State Warriors se han quedado a un partido de ponerse su tercer anillo en cuatro temporadas y el segundo consecutivo. El equipo californiano puso el 0-3 en las Finales ante los Cavaliers tras imponerse por un apretado 102-110 en un choque con un nombre propio: Kevin Durant.
El alero demostró ser uno de los mejores jugadores de la NBA y sostuvo a los de Steve Kerr en uno de los peores partidos de Stephen Curry. Durant se fue hasta los 43 puntos y 13 rebotes, superando la maldición que pesaba sobre él esta temporada y que impedía ganar a su equipo en los partidos que él pasaba de los 40.
Junto al jugador de Washington destacó el buen partido de Andre Iguodala en su regreso tras seis partidos de ausencia por lesión. El alero no llegó a los 10 puntos (se quedó en 8) pero fue fundamental por su defensa a LeBron.
El alero de los Cavaliers volvió a multiplicarse para sostener a su equipo en el choque y terminó con un triple-doble de 33 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias, aunque su esfuerzo sigue sin resultar suficiente para hincar el diente a estos Warriors. Y eso que en esta ocasión contó con el apoyo de Kevin Love (20+13), del discutido JR Smith (13) y de un sorprendente Rodney Hood (15 tantos).
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