Guárico.– Como en los viejos tiempos donde los ñángaras tomaban la calle para gritar consignas y exigir al gobierno. Así volvió a salir Lidia Vera, quien nunca se ha ido de la lucha social.
A Lidia la conocí entre pintas de paredes y panfletos sacados en multígrafos. No conozco a nadie que haya marchado más que ella. Perseguida y excluida pero nunca rendida.
Por si alguien no la recuerda, Lidia Nohemí Vera Peralta, fue la primera Defensora Delegada del Pueblo en el Estado Guárico, a partir del 1° de junio de 2000.
La mejor selección, la más justa y aplaudida por todos. Lidía es de izquierda, formada, leida y curtida en la calle.
Nada que ver con muchachitos de selfie y zapaticos bonitos, que no han pasado de leer más allá del horóscopo online.
Lidia cita a Nelson Romero Celis, su hermano de lucha, cuando quiere explicar un proceso social.
Abogada de profesión relató en un artículo publicado en Aporrea en 2007 que logró ingresar a la ULA en 1991.
“En Mérida lejos de mi llanero hogar, sin opciones en otras Universidades elitescas, incluyendo las públicas como la UCV o la UC, donde impartían el Derecho. Fue una suerte llegar allí, con todas las limitaciones, sin recursos, y de paso ñángara e irreverente contra el estado de cosas existentes”.
Hoy Lidia Nohemí marcha junto a los maestros, marcha como profesora jubilada mal pagada después de dar lo mejor de sí. Habla sin miedo y lo mejor, escucha con atención, tolera, respeta y defiende a quien piensa diferente a ella.
En la imagen fue captada el pasado mes de enero en una protesta de la capital guariqueña, mientras tomaba un megáfono y se expresaba, como en los 90.